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FRANCIA 2019

Barras, estrellas y récords

Estados Unidos confirma su leyenda como la mejor selección de la historia. El domingo disputará su quinta final, tercera consecutiva.


Estados Unidos llegó a Francia como el equipo a batir y así sigue cuatro semanas después, a un paso de su cuarto título tras haber dejado por el camino a los otros dos grandes candidatos a la victoria. Y haciendo trabajar a los estadísticos. Porque este es el equipo de los récords.

En 2015 ya se había convertido en la única selección con cuatro finales y tres títulos. El domingo mejorará al menos uno de los dos registros, que además se mantendrá inalcanzable durante un buen tiempo: sólo Alemania suponía una amenaza, con dos títulos y tres finales, y ya ha hecho las maletas. Estados Unidos es, además, el equipo que más partidos mundialistas ha encadenado sin perder, 16 desde 2011 –uno más que Alemania entre 2003 y 2011–; y el que más victorias consecutivas ha celebrado, diez desde 2015 –una más de las que conquistó Noruega entre 1995 y 1999–.

La línea ha sido irregular, por mucho que se trate de la única selección que siempre ha ocupado plaza de podio. El equipo de las Akkers, Hamm, Chastain y compañía, que reunió a más de 90.000 espectadores en Los Ángeles –otro récord– para celebrar su segundo título tardó una década en encontrar sucesor. La nueva generación, ahora ya veterana, de las Heath, Rapinoe, Morgan, Lloyd –esta ya participó en el Mundial de 2007–, O’Hara o Sauerbrunn cambió de nuevo la trayectoria con la plata de Alemania para celebrar el oro, que ahora quiere repetir, hace cuatro años en Canadá.

Su éxito fuera de los terrenos de juego también ha igualado, si no mejorado, al de la primera generación de campeonas. Los récords llegan en sus contratos publicitarios, audiencias televisivas, seguidores en redes sociales o clubs de fans por todo el mundo. Nike anunciaba hace unos días que la camiseta que viste la selección en Francia se ha convertido en la más vendida de la historia en una temporada. Todo eso, lógicamente, se traduce en dinero. Las norteamericanas serán las mejor pagadas por su Federación si ganan el Mundial: cada jugadora se embolsará 110.000 dólares por el título, a lo que habría que añadir el resto de primas que han ido acumulando.

La diferencia salarial

Y, sin embargo, es en ese punto donde reside una de las grandes luchas de este equipo. Hasta el punto de que un grupo de internacionales han denunciado a su Federación en los tribunales por contravenir las leyes federales en cuanto a igualdad salarial. Comparten empleo con los integrantes de la selección masculina pero sus condiciones económicas tienen poco que ver.

“The Guardian” desvela muchas de esas cifras, ciertamente llamativas. Desde las primas por clasificarse para el Mundial –108.000 dólares para los hombres, 37.500 para ellas– hasta las de partidos ganados (12.500/3.000), pasando por el premio gordo. Si el equipo gana el Mundial, cada jugadora percibirá 110.000 dólares, casi cuatro veces menos de los 407.000 que habrían recibido ellos. Un récord por el que las estadounidenses también pelean.

Una celebración con polémica

Con permiso de Megan Rapinoe, que se perdió la semifinal por molestias en los isquiotibiales, Alex Morgan es la gran estrella de la selección estadounidense. Pero su imagen de «hija perfecta», ganada a pulso, no le impide meter la pata de vez en cuando, ni le hace inmune a las críticas.

No han sido pocas las que ha tenido que escuchar por su celebración tras marcar frente a Inglaterra el gol que suponía la victoria de su equipo, precisamente el día en el que la californiana cumplía 30 años. Morgan simuló que se llevaba una taza de té a los labios. Un gesto que sentó mal en la afición rival, al considerarlo una burla, y que las explicaciones posteriores de la futbolista no llegaron a aclarar de forma convincente. «Quise hacer algo interesante –aseguró tras el partido–. Megan Rapinoe tiene las mejores celebraciones y quería hacer algo».

Desgradable, provocador..., fueron algunos de los términos utilizados en Inglaterra para definir el gesto.

Tampoco convenció que Morgan fuera elegida MVP del partido. La propia futbolista reconoció que «debía haber sido para Alyssa Naeher», tras detener un penalti a Steph Houghton que habría supuesto el empate a diez minutos del final. «Nos salvó el culo», aseguró la delantera, que reconoció que Estados Unidos tuvo «mucha suerte en esa jugada» pero también consideró que «hemos jugado muy bien. Ha sido un partido increíble y ha sido muy meritorio ganarlo». A.U.L.