Excesivo este desembarco en la Nabarra no marítima de los primeros espadas apocalípticos del resentimiento. Pa qué tanto patriota dios mío. Comenzaron en Altsasu un inspirado Rivera junto al dandi Savater, siguiéronle en competencia apologética del benemérito cuerpo del Orden y la Ley, el licenciado exprés Casado acompañado del inefable comentarista de balompié Inda. Las maniobras paracaidísticas formaban parte de la precampaña electoral al Parlamento de Madrid y del ataque al Gobierno del cuatripartito.

No tienen ya reparo alguno en reconocer lo que por estos lares se venía denunciando desde la muerte de Franco, los sucesos de Montejurra, los Sanfermines del 78, etcétera… Nafarroa es cuestión de Estado.

Con el nuevo gobierno navarro vuelven los voceros del fascio a la carga. Y a los que aquí tenemos les visitan sus jefes de Madrid para ayudarles a denunciar in situ el Horror vasco y la Traición a España. C’s y PP, por elevación, a ver quién la dice mayor. Para Lorena Roldán, portavoz de C’s, la investidura de Chivite es «la madre de todas las infamias» pues «Pedro Sánchez ha pactado con Batasuna y le ha dado las llaves del viejo reino a Arnaldo Otegi». Y miren ustedes si en XXVIII siglos de los que tenemos memoria escrita podemos encontrar multitud de infamias a lo largo de la historia… Pues la investidura de María Chivite es la madre de todas ellas.

La portavoz del PP, gure Cayetana Álvares de Toledo y otras yerbas, la que llaman Cayetarra, ha «acudido a Pamplona para ver con mis propios ojos como Sánchez anexioná Navarra a la indignidad de su proyecto» y, con la investidura, «la novedad importante, desoladora, deplorable, es este homenaje público que hoy se rinde aquí a ese mundo de ETA».

Ya me voy más tranquilo a orillas del Mare Nostrum, ha hermanarme con separatistas y golpistas desafectos amantes del pa amb tomàquet. Si pierdo las llaves a la vuelta, llamaré a Arnaldo o a la ETA y que me abran.