Doce activistas contra el G7 bloquean durante una hora el acceso al Hotel du Palais
Doce activistas que se declaran al margen de las plataformas organizadoras de la contracumbre bloquearon durante una hora el acceso principal al Hotel du Palais en protesta por la privatización del espacio público que acarrea la cumbre internacional que se celebrará en Biarritz. «No queremos que Euskal Herria se convierta en su terreno de juego», manifestaron.
La acción de este grupo de personas obligó a la delegación estadounidense a acceder por una puerta secundaria al hotel de cinco estrellas para participar en una de los encuentros previos a la cumbre que se están celebrando estos días.
Agentes de la Policía francesa se acercaron al lugar y, después de que los activistas les explicaran las razones del boqueo recogidas en un folleto que les entregaron, siguieron de cerca la acción no violenta en el simbólico hotel, donde se alojarán los jefes de Estado y de Gobierno del G7. «Pensábamos que nos iban a expulsar y, a partir de un momento, hemos decidido marcharnos porque habíamos conseguido el objetivo de la acción, que era hacer llegar nuestro mensaje», indicó Egoitz Urrutikoetxea, uno de los doce participantes en el bloqueo.
El grupo que protagonizó la acción dejó claro que esta se sitúa fuera de la dinámica de los organizadores de la contracumbre del G7. Se trata, de hecho, de una campaña que se inició antes de que se tuviera noticia de la celebración de la reunión internacional y que continuará su andadura una vez que haya transcurrido la cumbre internacional.
Por el contrario la contracumbre –que incluirá encuentros entre Hendaia e Irun los días 21, 22 y 23 de agosto, así como la manifestación que se celebrará el sábado 24 y las siete concentraciones el domingo 25– está organizada por G7EZ! y Alternatives G7, plataformas creadas de cara a este G7.
Desobediencia civil
Urrutikoetxea explicó que la acción se deriva de una reflexión iniciada tiempo atrás. «Somos ciudadanos de Ipar Euskal Herria que desde hace meses estamos reflexionando sobre la desobediencia civil, y nos parecía que la organización de la cumbre representa la actitud y el comportamiento de un Gobierno que desprecia a los ciudadanos y a los territorios, por lo que hemos creído que era importante movilizarnos», manifestó Urrutikoetxea.
Subrayó, además, el carácter no violento de la accion.
Este grupo de ciudadanos prevé profundizar en la reflexión iniciada para que desde Euskal Herria se establezca una dinámica de desobediencia civil que haga frente a los ataques que llegan desde el Ejecutivo francés.
Mensajes claros
Los participantes en el bloqueo del acceso principal al Hotel du Palais explicaron que con su acción quisieron lanzar una serie de mensajes.
Buscaban mostrar de forma clara que la decisión que celebrar la cumbre del G7 en Biarritz se ha impuesto desde el Gobierno de Emmanuel Macron, sin que haya habido ningún tipo de concertación.
También denunciaron la privatización del espacio público de la costa vasca en pleno verano que acarrea esta cita internacional. «La han militarizado y ‘bunkerizado’ para que se reúnan los representantes de las siete potencias mundiales», constataron.
Recordaron, en este sentido, que el aeropuerto de la localidad costera, así como varias estaciones de tren permanecerán cerradas durante la celebración de la cumbre. A ese ‘cierre’ añadieron, además, la prohibición de circular y de manifestarse en gran parte de Biarritz y sus alrededores.
Tras remarcar que la celebración de ese encuentro internacional es un «ejercicio de hipocresía» en el que las siete principales potencias mundiales solamente acrecientan la crisis mundial, subrayaron que «no aceptamos que Euskal Herria se convierta en su campo de juego».