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Pelota

Jokin Altuna o la vulgaridad de lo extraordinario

El amezketarra domesticó el brío inicial de un Laso que se adelantó 1-5 y jugará su cuarta final seguida.


ALTUNA III 22

LASO 10


Aunque sea una modalidad relativamente nueva, solo otros tres manistas, Patxi Eugi, Juan Martínez de Irujo y el mejor especialista, Aimar Olaizola, habían conseguido antes jugar cuatro finales consecutivas del acotado, hito que Jokin Altuna alcanzó ayer con la naturalidad del que revuelve con la cucharilla su primer café de la mañana. El amezketarra se deshizo con autoridad de un Laso que puede estar orgulloso con el campeonato realizado y se repetirá la final del año pasado ante Ezkurdia, pero el Altuna de hoy poco o nada tiene que ver con aquel.

Y es que, si la trayectoria del año pasado fue todo un campo de minas por culpa de los problemas físicos, en esta edición ha alcanzado la final con una solvencia que solo se le recuerda al mejor Aimar Olaizola. Ni siquiera el 1-5 que le endosó el voluntarioso Laso en un arranque volcánico hizo que el metrónomo del amezketarra perdiera el compás. La idea, y la ejecución del de Bizkarreta-Gerendain fue buena, la pelota le salía con chispa de la mano y pudo llevar el control del partido en sus primeros compases. Pero no más.

Porque no tardó, sin embargo, el de Aspe en encontrar una solución a esos apuros iniciales, cambiando el compás del partido con una volea «con un poco de atxiki» según Laso, que obligó al de Bizkarreta a dar un paso atrás. Así logró el guipuzcoano alejar a su rival del frontis y hacerse con el control absoluto de la cancha y de la situación.

Y es que, domesticado el brío inicial del pelotari de Baiko, fue Altuna el que se plantó en medio de la inmensidad del Bizkaia, moviendo de lado a lado a su rival, que comenzaba a notar la factura de querer ir con todo a cada pelotazo.

Dominio absoluto

Le emoción y la igualdad que había marcado el comienzo del partido desapareció como de repente, ya que por mucha resistencia que el pundonor de Laso le llevara a poner, a Altuna no le tembló el pulso en ningún momento, sacando a relucir gran parte de su inmenso repertorio, con el que llegó a gustarse.

Laso se vació en busca de cualquier resquicio por donde abrir la defensa de su rival, pero no lo encontró, llegando a desesperarse ante la firmeza de su rival. Un parcial de 14-0 dejó resuelta la semifinal con la que Altuna refrendó su candidatura.

«Este año estoy disfrutando mucho»

Jokin Altuna disputará su quinta final como profesional, la cuarta del acotado, tras un partido que «para mí no ha sido fácil. Son compromisos de muchísima tensión, unos días te salen mejor las cosas que otros, pero últimamente ando muy a gusto y en este campeonato, estoy disfrutando mucho. Hoy, a pesar de comenzar perdiendo 1-5, las sensaciones eran muy buenas y en estos años que llevo de profesional ya he aprendido que hay que darlo todo hasta el final. He seguido, ha habido unos tantos duros, han caído de mi lado y ahí me he ido», apuntó, feliz, el amezketarra.

En su análisis de la semifinal, también advirtió que Laso «va a darle todo a cada pelotazo, le imprime una gran velocidad y eso si atacas te va bien, pero cuando el rival pasa a tener el control, te puede pasar factura y creo que es lo que le ha pasado de mitad del partido hacia adelante», agregó del delantero guipuzcoano de Aspe. J.O.