Natalie Berry en ukclimbing.com escribe sobre la aparición en las colecciones de las grandes firmas de moda, de ropas y accesorios relacionados con el tema de escalada y montaña y en general con las actividades al aire libre, lo que se ha dado en llamar el “gorpcore”. Mosquetones y cuerdas en las pasarelas, materiales de ropa de montaña incorporados al estilo “street casual”. Louis Vuitton saca bolsas de magnesio a 1.300 $, inspiradas en Alex Honnold y su famosa escalada de Freerider (y el éxito de la película en Hollywood). Ralph Laurent imprime “Climb” y “Alpine” en su ropa de tejidos técnicos y aparecen mosquetones de oro de 18 kilates con incrustaciones de diamantes a 18.000 $. Desde los 90 los deportes extremos, con sus vibraciones de inconformismo y contracultura han atraído a los diseñadores. Como un reciente artículo de estilo del “New York Times” lo expresa: «Si te puedes matar haciéndolo, la moda lo quiere”. Miuccia Prada, la heredera del imperio, asegura que los nichos de actividades que se basan en la adrenalina están empujando los textiles con diseños que atraen a los tipos de ciudad y “outdoors”. Somos lo que vestimos (o al menos lo pensamos) y la ropa es una forma de armadura social. Algunos sugieren que en el mundo actual, el tiempo libre, tan escaso, es un síntoma de lujo solo al alcance de ”los que pueden” y ese vestir informal y alpinista está en el origen de su éxito. No que realmente quieran ir a la pared, que eso estropea las uñas.