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NEGOCIACIONES POSTELECTORALES

ERC encarece una investidura que ya tiene el aval de las bases del PSOE

Sin sorpresas de última hora y con una participación cercana al 63%, según avanzaron anoche fuentes del partido, la militancia del PSOE aprobó mayoritariamente el acuerdo con UP, cuya consulta acabará el miércoles. La investidura, sin embargo, no está garantizada, y ayer ERC encareció su apoyo al exigir una mesa de negociación entre gobiernos.


La militancia del PSOE, la misma que restituyó a Pedro Sánchez en Ferraz en contra de los deseos del aparato del partido y la misma que le gritó “Con Rivera no” tras las elecciones de abril, avaló ayer el acuerdo con Unidas Podemos para formar, si logran el apoyo necesario, un gobierno de coalición. Nadie pudo hablar de sorpresa, como tampoco cabe prever resultados inesperados en la votación similar que abrió ayer UP y que alargará hasta el miércoles.

Estas consultas, en cualquier caso, sirven para ratificar un acuerdo insuficiente que suma 155 diputados en un Congreso de 350 escaños. PSOE y UP necesitan todavía sumar numerosos apoyos –o, al menos, garantizarse unas cuantas abstenciones–, por lo que las negociaciones, como quien dice, no empezarán hasta la semana que viene. ERC, que mañana celebra su particular consulta, se ha convertido en el principal foco de atención, ya que sus 13 diputados decantarán en gran medida la balanza. Pero en el cálculo entran también EH Bildu y PNV, igual que BNG, Coalición Canaria –que ayer trató de levantar la mano para recordar que su apoyo no está garantizado–, los cántabros y los turolenses. España se empequeñece y se cierra: nunca hubo tantos partidos de ámbito no estatal en el Congreso.

Participación aceptable

Sin sorpresas en el resultado, la incógnita de la votación del PSOE se centraba en la participación. El precedente era el de 2016, cuando el 51% de los cerca de 190.000 militantes llamados a votar lo hicieron en la consulta que avaló el acuerdo suscrito entonces con Albert Rivera, de Ciudadanos –un acuerdo sin apoyos suficientes que acabó fracasando, por cierto–. Ayer eran casi 180.000 los militantes con derecho a voto, de los cuales acudió a las urnas cerca de un 63%, según avanzaban al cierre de esta edición varios medios. En torno al 92% de los participantes apoyó el acuerdo.

Los titulares del día, sin embargo, no los concentró la consulta del PSOE, sino el jarro de agua fría que Esquerra lanzó a las perspectivas de una investidura fácil. Los de Oriol Junqueras preguntan mañana a sus bases si están «de acuerdo con rechazar la investidura de Pedro Sánchez si previamente no hay un acuerdo para abordar el conflicto político con el Estado». Una pregunta ambigua que votando “No” habilitaba un “Sí” al PSOE siempre que Pedro Sánchez aceptase alguna fórmula de diálogo. Así lo entendieron al menos en Ferraz, que pensaron que bastaría con prometer una inconcreta mesa entre partidos para asegurarse al menos la abstención de ERC.

A Esquerra, sin embargo, le aprietan en Catalunya. Los republicanos ya avisaron en mayo: esto será mucho más complicado con la sentencia contra el 1-O encima de la mesa. Y no es solo una cuestión de voluntad. ERC perdió dos diputados y, más importante aún, 150.000 votos entre abril y noviembre, mientras sus competidores en el campo independentista, opuestos a investir a Sánchez, crecieron. Esquerra desea que PSOE y Podemos se sienten en la Moncloa, pero necesita encarecer el precio de su apoyo para que este no le pase factura en las elecciones al Parlament que llegarán a lo largo de 2020.

Y eso es exactamente lo que el partido independentista hizo ayer. Su portavoz, Marta Vilalta, aclaró que lo que piden para facilitar la investidura no es un diálogo entre partidos, sino una mesa de negociación entre los gobiernos español y catalán en la que negocien «entre iguales». Añadió tres condiciones: se debe poder hablar «de todo», sin líneas rojas –los republicanos ya avanzaron que pondrán encima de la mesa la amnistía y la autodeterminación–; que se configure un calendario concreto; y que se establezcan unas garantías para asegurar que lo acordado se cumpla.

Más tarde, el vicepresidente del Govern y sucesor de Junqueras como candidato –al menos de momento–, Pere Aragonès, resumió sus demandas en una sola frase: «Una mesa de negociación para solucionar un conflicto político, no para entretener al personal».

Investidura más complicada

El movimiento de Esquerra complicará las cosas a un PSOE que ayer se centró en su consulta particular pero cuya portavoz, Adriana Lastra, se vio obligada a salir al paso de las informaciones publicadas en varios medios españoles sobre la configuración de una mesa de negociación de la investidura entre PSOE y ERC.

Conviene insistir en que no se vio obligada a dar explicaciones sobre la mesa de negociación sobre el conflicto político con Catalunya –que todavía ni existe–, sino sobre una mesa coyuntural de trabajo para explorar la posible investidura. «Hay gente que habla mucho, pero que sabe poco», comentó sobre las informaciones publicadas acerca de las negociaciones con Esquerra, con quien aseguró que no se juntarán hasta que hayan acabado los respectivos procesos de consultas internas.

Según se publicó, los equipos negociadores estarán formados, en la parte del PSOE, por la propia Lastra, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, y su homólogo en el PSC, Salvador Illa. Por parte de ERC, los escogidos son el diputado en Madrid Gabriel Rufián, Marta Vilalta y Josep Maria Jové, miembro de la dirección, imputado en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya por el 1-O y una de las personas más capaces del partido.

 

Ábalos apela a Cs a «no bloquear» si Esquerra rechaza la investidura

La primera opción parece establecida, al menos públicamente: PSOE y ERC tienen ya prefigurados los equipos que, en las próximas semanas y una vez celebradas las respectivas consultas, negociarán la investidura de Pedro Sánchez. Sin embargo, el secretario de Organización de la formación española y por tanto hombre fuerte del aparato, José Luis Ábalos, no desaprovecha un micrófono abierto para apelar al voto de Ciudadanos, que en campaña «se comprometió a no bloquear», recordó ayer.

Ábalos, que no participó en la breve negociación entre Sánchez e Iglesias, fue preguntado sobre una hipotética negativa de ERC a la investidura y respondió así: «También hemos hecho un llamamiento a Ciudadanos. De hecho, nuestras primeras apelaciones han sido a partidos que dicen que defienden la Constitución».GARA