Kike DE PABLO
Alpinista
Bobadas alpinas

Neuronas

Los nombres de figuras importantes del mundo de la montaña aparezcan en todo tipo de situaciones sociales, eso quiere decir algo. Leo en el lugar web italiano montagna.tv que Reinhold Messner ha aparecido varias veces en la revista satírica “Lercio” (una especie de “El Mundo Today” local) con titulares como “R.M. completa la primera travesía del ático de Bertone” hasta la más reciente “R.M. pregunta a su amiga ¿quieres venir conmigo? y le hace subir un 8000” en alusión a noticiarios de la prensa rosa local. Tenemos también el fortísimo alpinista Hervé Barmasse, nombrado a principios de año entre los treinta italianos más elegantes e influyentes del país. El nombre del alpinista Daniele Nardi, muerto el año pasado en su intento invernal del Nanga Parbat, irá impreso en un microchip del nuevo Rover de la NASA, que será lanzado hacia Marte en el verano de 2020, cortesía de su amigo el meteorólogo Filippo Thiery. De los miles de genes humanos identificados algunos reciben nombres anodinos, pero otros son más imaginativos, como Cleopatra, Kryptonita e incluso el más irreverente “Fuck”. Recientemente se ha puesto el nombre Cassin, en homenaje al alpinista y explorador Ricardo Cassin en el 110 aniversario de su nacimiento, al gen que en la etapa embrionaria regula el crecimiento del axón de la que será neurona motora, que a partir de la médula ha de alcanzar su fibra muscular de destino, el previamente llamado “gen de la brújula”. Un nombre que parece apropiado.