La militancia de ERC confirmó ayer, con un 94,6% de los votos a favor y un 5,4% en contra, su rechazo a apoyar la investidura del candidato del PSOE a la presidencia de Gobierno, Pedro Sánchez, sin una mesa de negociación para resolver el conflicto político entre Catalunya y el Estado español.

Con la pregunta de «¿Estás de acuerdo con rechazar la investidura de Pedro Sánchez si previamente no hay un acuerdo para abordar el conflicto político con el Estado a través de una mesa de negociación?», la mayoría de la militancia que participó en la votación respaldó la propuesta avalada por la dirección del partido, y condicionó su apoyo a un cambio en las actuales condiciones.

En esta consulta electrónica no vinculante participó el 70% de los 8.500 militantes de ERC con derecho a voto.

«Ahora es Pedro Sánchez quien debe moverse y tomar una decisión. Mesa de negociación o investidura fallida», afirmó la portavoz ce ERC, Marta Vilalta, al dar a conocer el resultado.

«Somos más fuertes que nunca para forzar al PSOE a hablar. Nuestra propuesta es construir una mesa de negociación entre iguales, sin condiciones, con calendario y garantías. Es la propuesta de mínimos para lograr una solución democrática», añadió Vilalta.

«Si el PSOE quiere algo de nosotros, tendrá que mover ficha. Si no lo hace, tendrá un no», insistió.

A juicio de la portavoz republicana, la decisión de ERC abre un camino y otras formaciones se unirán a esa negociación «para encontrar la solución democrática que se nos pide». Previamente, ERC había advertido de que exigirá cuatro garantías al PSOE en caso de que aceptara la negociación con los republicanos.

«Esta mesa tiene que tener unas garantías: que sea entre iguales, sin condiciones, con un calendario establecido y con garantías de cumplimiento», explicó Vilalta.

Garantías de cumplimiento

Aunque no detalló cuáles serían estas garantías de cumplimiento, que ERC concretará en los próximos días, Vilalta subrayó que pedirán un «compromiso explícito» a Sánchez de que las cumple.

Vilalta insistió en que este «diálogo entre iguales» al que se refiere ERC debería ser entre el Gobierno español y el catalán ya que son «los que representan a la ciudadanía de cada territorio»

«La mesa tiene que tener un segundo pilar, que es un diálogo sincero, sin condiciones, donde se pueda hablar de todo, que cada uno defienda su propuesta para solucionar el conflicto», explicó.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, encarcelado en la prisión de Lledoners, ya había adelantado la demanda de hechos más allá de los gestos: «No queremos gestos ni cambios de actitud, sino actos que se puedan probar».

En una entrevista a Euskadi Irratia, Junqueras emplazó a Sánchez a decidir entre «ceder ante la derecha conservadora y nacionalista o abrir de verdad la vía de un gobierno progresista».

«Está en su mano, ya que, para los intereses de Catalunya, está por ver si el PP y el PSOE son la misma cosa. Por ahora, parece que sí», afirmó.

JxCat plantea el reconocimiento de la prisión y el exilio

JxCat ha planteado sus propias condiciones para avalar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, y entre ellas se incluye «reconocer la prisión y el exilio como actores políticos en la negociación en la figura del vicepresidente Oriol Junqueras y en la figura de Carles Puigdemont». JxCat pide una mesa de negociación sin condiciones, en la que planteará el derecho de autodeterminación de Catalunya, «en un diálogo de igual a igual».

El PSOE cree ya que la negociación que los partidos catalanes plantean hará que el calendario anunciado en campaña por Sánchez, que suponía la formación de Gobierno en diciembre, no va a cumplirse. En ese contexto, la ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto, apeló a ERC y a todos los demás partidos para que estén «a la altura» y faciliten un Gobierno «pronto».

Por su parte, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, consideró que «todo el mundo está a la espera de que los acontecimientos se vayan desarrollando» pero ve «muy difícil» que las fuerzas del independentismo «tengan una posición política común» ante la investidura. Otegi advirtió de que aunque el Gobierno que puedan formar Unidas Podemos y PSOE es una novedad progresista desde la Segunda República, «o tiene una agenda democratizadora de verdad o terminará pasando sin dejar poso. Si no actúa con valentía, acabará abriéndole las puertas a la derecha más extrema».GARA