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Bobadas alpinas

Inmaterial


Desde el año 2002 el 11 de diciembre ha sido declarado por la ONU Día Internacional de la Montaña, con el objetivo de llamar la atención mundial sobre la importancia de “esas catedrales de la Tierra” y los ecosistemas que las caracterizan. Las montañas, cubriendo la cuarta parte de la superficie terrestre y albergando en sus laderas el 13% de la población, no solo han encarnado una dimensión espiritual entre sociedades y religiones a lo largo de la historia, sino que constituyen una fuente de recursos y vida para millones de personas. Ahora, EL ALPINISMO, como actividad, se acaba de declarar en Bogotá por parte de la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, resultado de una candidatura presentada el año pasado conjuntamente por Italia, Francia y Suiza. De hecho, el Alpinismo tiene tras de sí una amplia cultura con su historia, su literatura, cinematografía, etc. Hay historias de tragedia, historias canallas y de heroísmo, así como hay héroes y villanos. Hay una diversificación en su práctica y unas leyes no escritas, elaboradas por consenso y siempre transgredidas y discutidas. Y por encima de todo, a pesar de ser una actividad enorme en todos los sentidos, carece de propósito, siendo el ascenso de cumbres y paredes un camino para la vivencia de muy diversas emociones, estéticas y de otra índole. Es pues una actividad “inútil”, difícil de explicar y resulta todavía mas difícil comprender cual es la necesidad que dio lugar a su origen.