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EDITORIALA

Lakua se niega a regular el mercado de alquiler


El Gobierno de Lakua hizo público ayer que defenderá la no tramitación de una proposición de ley presentada por EH Bildu que busca limitar el precio de los arrendamientos de viviendas. El objeto de este límite es regular un mercado de alquiler cuyos precios se han disparado y garantizar de ese modo el derecho a una vivienda digna a toda la ciudadanía. La emisión de un criterio desfavorable a la tramitación de la propuesta poco sorprende, teniendo en cuenta la trayectoria liberal del Gobierno encabezado por Iñigo Urkullu.

No obstante, resultan llamativo el argumento utilizado para rechazar la iniciativa. El portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, señaló que cualquier limitación en el precio podría desincentivar la movilización de las viviendas deshabitadas, pero a renglón seguido reconoció que la gran mayoría de ellas pertenecen a personas con ingresos medios que no necesitan alquilarlas; de hecho, tampoco las alquilan ahora que no existe ningún tipo de límite al precio del arrendamiento. Son, por tanto, viviendas compradas como inversión, aunque más correcto sería definir el motivo como especulativo. Lakua demuestra de este modo que le preocupa bastante más no molestar a los propietarios de bienes inmuebles ociosos que las personas que no pueden acceder a una vivienda. En este sentido, convendría recordar que el artículo 128 de la CE señala que «toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general». Y sin duda el derecho a la vivienda guarda mayor relación con el interés general que los anhelos especulativos de los propietarios.

Queda sin mencionar el creciente peso de los fondos buitre, básicamente porque han comprado las viviendas que estaban obligados a vender los bancos; o el gran negocio que han promovido las instituciones públicas con las viviendas protegidas pero con fecha de caducidad. La desidia gubernamental permite que la especulación con un derecho básico sea todavía fuente de colosales plusvalías.