Jon ORMAZABAL
Pelota

Ezkurdia mete otra marcha y sólo le aguanta Martija

Tras un inicio de partido igualado, a partir del 10-10, los de Aspe impusieron su mejor momento de juego.

OLAIZOLA-URRUTIK. 13

EZKURDIA-MARTIJA 22


Tras su importante y necesaria victoria de la semana pasada, Aimar Olaizola y Mikel Urrutikoetxea tenían ayer la oportunidad de alcanzar en la tabla a Ezkurdia-Martija, pero la vuelta del de Zaratamo a la Catedral tres años después evidenció que el momento actual de unos y otros se asemeja bastante más a los dos puntos con los que los de Aspe les sacan en la clasificación en este paso por el ecuador de la primera fase. En un partido de dos mitades muy distintas, tras un inicio igualado y armonioso, a poco que le acompañó el acierto en el remate, Joseba Ezkurdia le metió otra marcha y sólo su compañero, un Julen Martija claramente de menos a más, pudo seguir al arbizuarra.

Sin llegar a los llenazos de Navidad y Año Nuevo, el Astelena volvió a lucir sus mejores galas para un partido que se preveía parejo y equilibrado, pero cuya emoción sólo duró hasta el empate a 10, quinto y el último del partido, momento en el que, tras haber estado algo reñido con la chapa, el acierto comenzó a acompañar algo más a Joseba Ezkurdia, que se encargó de poner tierra de por medio, dándole otra velocidad a la pelota y acertando mucho de zurda, otrora la gran arma de Olaizola, incapaz de conectar su gancho.

De hecho, cuatro de sus cinco errores, precisamente los cuatro primeros, los cometió con esa postura que tan bien maneja. Es más, sus tres tantos de estreno, los que les dieron sus únicas ventajas en el marcador, los consiguió el de Goizueta cortando la pelota con su derecha desde el ancho de la cancha. El dos paredes fue el antídoto de Ezkurdia en ese arranque de partido en el que se veía a un Urrutikoetxea muy fresco, por lo que nadie osaba a predecir con seguridad por dónde podían ir las cosas.

Martija se crece

Sin embargo, pronto se echó Ezkurdia a la espalda el peso de la pareja, metió otro ritmo al partido a base de voleas y la resistencia de los de Baiko duró otros pocos tantos más.

Y es que, sólo un Martija claramente de menos a más fue capaz de seguir la fuerte marcha impuesta por su compañero. Sin un gran pegador enfrente, el zaguero de Etxeberri aguantó con solvencia el envite inicial de un Urrutikoetxea que parecía muy refrescado tras sus dos semanas de baja, para pasar a dominar claramente a un rival que dibujó una trayectoria diametralmente opuesta.

Así, además de arrimar mucha pelota, mientras el pelotari de la Sakana incluso se gustó con una dejada en el txoko con la que firmó el 10-15, Urrutikoetxea terminó sacando la bandera blanca.