Austria: una coalición no tan extraña ni tan exótica

Austria cuenta desde ayer con un nuevo gobierno de coalición formado por los conservadores del Partido Popular (ÖVP) y Los Verdes (Die Grünen). Sorprende que partidos con posiciones contrapuestas en temas claves hayan conseguido cerrar un pacto de gobierno. Sus líderes han señalado que la coalición se ha construido uniendo las principales reivindicaciones de ambos programas, al tiempo que cada partido podrá intentar modificar y condicionar las políticas de su socio: humanizar la política migratoria, Los Verdes, y no dejar de lado las consideraciones económicas en la estrategia medioambiental, los conservadores. El tiempo dirá si la fórmula funciona.

Aunque a primera vista la coalición resulte sorprendente, en realidad no lo es tanto. Si nos remitimos a los antecedentes, Los Verdes llevan desde el año 2003 compartiendo tareas de gobierno en diferentes ejecutivos regionales de Austria con los conservadores. Son por tanto viejos conocidos y socios. Por otra parte, el discurso verde ha sufrido una gran transformación desde sus inicios. El activismo y el cuestionamiento del modelo socio-económico inicial ha dado paso a un pragmatismo cada vez más cercano al conservacionismo. Un movimiento este que históricamente se ha centrado en la preservación de la vida silvestre y la conservación de los recursos naturales y que ha sido defendido por fuerzas conservadoras a las que el discurso ecologista no les resulta ajeno.

Puliendo aristas los discursos se vuelven aceptables para un espectro social cada vez más amplio y abre opciones que parecían impensables. Por eso desde Alemania se observa con mucho interés el experimento que consideran que puede servir para crear en Europa un nuevo centro político entre conservadores y verdes. Otra cosa es que esos discursos lleguen a convertirse en políticas capaces de encauzar la emergencia climática, defender los derechos humanos o terminar con las injusticias sociales.