Jaka-Zabaleta no saben conjugar el verbo especular
Tienen ya tres puntos de ventaja sobre sus perseguidores tras destrozar a unos flojos Altuna III-Galarza.
JAKA-ZABALETA 22
ALTUNA III-LADIS GALARZA 9
A estas alturas del campeonato, nadie pone en duda que Jaka-Zabaleta será una de las dos parejas que acceda directamente a semifinales al final de la primera fase. Los tres puntos de ventaja que, ahora mismo, sacan al cuarteto de perseguidores es un argumento indiscutible, pero la sensación de que, lejos de especular y de economizar fuerzas, es una pareja que va a más, convence a aquellos agnósticos que se quieran aferrar a las matemáticas.
Con un Jaka cada vez más acostumbrado a enfrentarse a rivales de primer nivel cada fin de semana, despejando definitivamente las dudas que pudiera haber tenido en su primer Parejas como titular, y un Zabaleta en plena madurez, a los líderes del campeonato no se les aprecian fisuras y, ahora mismo, parecen jugar en otra liga, por encima de ese nudo gordiano que se está formando entre sus perseguidores.
Muchas facilidades
Pero todas estas virtudes tampoco pueden hacer obviar que ayer en el Astelena tuvieron muchas facilidades por parte de unos impotentes Jokin Altuna y Ladis Galarza, que parece estar atravesando por un pequeño bache por lo visto en los dos últimos partidos.
Ayer mismo, el partido se les puso muy complicado a los azules en un arranque de partido en el que Zabaleta solo tuvo que pegar un pelotazo para que los líderes pusieran tierra de por medio con un 5-0 de parcial con dos saques errados por el zaguero de Baraibar, otra pelota al colchón de Altuna, un saque-remate y un voleón de un Erik Jaka que comenzó su recital rematador enseguida.
Trataron el de Amezketa y Galarza de agarrarse al partido, pero su capacidad de reacción fue prácticamente nula, pues José Javier Zabaleta pasó a imponer su ley en los cuadros largos con una pelota a la que no acertó a ponerse su rival.
Era un cuero exigente, con el que el de Etxarren le obligaba a gozar cada pelotazo, ya que la primera pelota no golpeada con atino se convertía en un caramelo que Erik Jaka no estaba por la labor de desaprovechar, por mucho que enfrente estuviera su amigo Jokin Altuna.
Con ciertas dudas, el amezketarra decidió regresar a las canchas tras la semana de parón por los problemas de muñeca, pero su vuelta no pudo resultar más frustrante, pues apenas le dejaron el más mínimo protagonismo. De hecho, terminó el partido con solo tres tantos en su despensa –uno solo de aire–, el primero en el 15-6, dejando muerta una pelota en el txoko.
En esta tesitura, sin el más mínimo despiste por su parte, el partido fue un mero trámite para Jaka-Zabaleta.