La matanza de Hanau eleva la alarma por el racismo en Alemania
La matanza de nueve personas en la ciudad alemana de Hanau, perpetrada por un racista que luego mató a su madre y se suicidó, ha hecho aumentar las alarmas por el racismo y los reiterados ataques de ultraderecha en Alemania, así como las críticas a las autoridades por no combatir decididamente la violencia fascista.
En plena crisis política en Alemania por los vetos o alianzas con la extrema derecha xenófoba, las matanzas del miércoles por la noche de nueve personas en la ciudad de Hanau han aumentado las alertas por el racismo en este país.
«El racismo es un veneno, el odio es un veneno. Y este veneno existe en nuestra sociedad», lamentó la canciller, Angela Merkel, evocando una serie de muertes y atentados de las últimas dos décadas ligados al racismo, la extrema derecha y al fanatismo religioso.
Pero muchos ciudadanos de Alemania no tienen la sensación de que el Gobierno esté haciendo lo suficiente para luchar contra el fascismo y la extrema derecha, como quedó patente en los gritos que se oyeron durante la visita a Hanau del ministro del Interior, Horst Seehofer, y la ministra de Justicia, Christine Lambrecht.
Así, la Confederación de las Comunidades del Kurdistán en Alemania –varias de las víctimas eran de origen kurdo– acusó a los dirigentes alemanes de no luchar «decididamente contra el terrorismo de extrema derecha». A su juicio, no basta con los proyectos por la democracia del Gobierno alemán, por lo que pidió, además, endurecer las condenas y cambiar la forma en la que se trata actualmente al partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que debería ser observado por los servicios secretos alemanes del interior. También la asociación Ditib, principal organización de la comunidad turca musulmana en Alemania, pidió más protección para sus fieles que ya no se sienten seguros.
El presunto atacante, Tobías R, un alemán de 43 años, fue hallado muerto en su apartamento, junto al cuerpo de su madre a la que supuestamente también mató. La primera masacre tuvo como blanco un bar de narguile, el Midnight, en el centro de Hanau, ciudad de unos 100.000 habitantes a 20 kilómetros de Frankfurt, donde el atacante mató a tres personas.
Luego partió en automóvil a otro establecimiento, el Arena Bar, en el barrio de Kesselstadt, donde disparó contra quienes estaban en la zona de fumadores, matando a otras cinco personas. Una sexta que estaba gravemente herida falleció ayer.
La Fiscalía Antiterrorista, que asumió la investigación, confirmó «elementos que apoyan una motivación xenófoba».
La amenaza de la extrema derecha en Alemania viene concretándose regularmente en ataques como el que mató en junio pasado a un diputado del partido de Merkel favorable a los migrantes.
Hace una semana, 12 miembros de un grupo de extrema derecha fueron arrestados como parte de una investigación «antiterrorista». Se cree que planearon ataques a gran escala contra mezquitas imitando al autor del doble atentado de Christchurch, en Nueva Zelanda, que en marzo de 2019 mató a 51 personas en dos mezquitas y lo transmitió en directo.
En octubre, otro ultraderechista intentó atacar una sinagoga en Halle. Como no fue capaz de entrar al edificio religioso en el que los fieles se habían atrincherado, le disparó a una transeúnte y al cliente de un restaurante, y lo difundió en directo por internet.
En Dresde ocho neonazis están siendo juzgados desde hace casi cinco meses por haber planificado ataques contra extranjeros y políticos.
Actualmente, los servicios de Inteligencia vigilan a 50 personas vinculadas al movimiento de extrema derecha y consideradas un «peligro para la seguridad del Estado».
Además de las ceremonias en una conmocionada Hanau, ayer se realizaron más de 50 concentraciones de repulsa en Berlín y otras ciudades alemanas.
El atacante dejó un discurso racista plagado de delirios de conspiraciones
Los investigadores del ataque en Hanau hallaron un documento de confesión y un vídeo de Tobías R. Se trataría de un manifiesto de 24 páginas que atestigua un «odio a los extranjeros y a los no blancos». «Hace un llamamiento al exterminio de al menos 24 países del norte de África, Oriente Medio y Asia central», y firma que la ciencia demuestra que algunas razas son superiores. Dice haber sido «vigilado toda su vida por una organización secreta que puede leer los pensamientos» y se define como escritor y «soltero involuntario».GARA