El próximo 5 de octubre cumplirá 18 años como profesional. Es, tras Aimar Olaizola, el pelotari con más años de carrera de los que siguen en activo, por lo que Oinatz Bengoetxea ha tenido tiempo más que de sobra para asimilar cómo funcionan las cosas en el mundo de la mano. Sabe, sobre todo por experiencias propias, pero también por ajenas, al papel que las promotoras han reducido a los miembros de sus plantillas, por lo que, al menos públicamente, ha decidido pasar página cuanto antes a su exclusión del Parejas y que vuelvan a programarle para jugar el último partido el lunes en el Beotibar de Tolosa.

Tras haber preferido mantenerse en silencio durante estas cuatro semanas en las que ha estado sin jugar, lejos de emplear un lenguaje crítico o agresivo, el delantero de Leitza empleó un tono bastante más cercano a la resignación. «Yo lo tomé lo mejor posible y con naturalidad, al final, ya no me sorprende nada en el mundo de la pelota. Llevo muchos años en esto, las decisiones empresariales son las que mandan y poco más».

Bengoetxea VI explicó que el disgusto de verse apartado le duró dos o tres días, pero siendo una persona optimista, «no me ha costado tanto. Esto funciona así, como en cualquier otra empresa, decide el jefe y al trabajador no le queda otra que aceptarlo», explicó el delantero.

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Eso sí, sabe, por lo que le han transmitido en la calle, que una inmensa mayoría de los pelotazales no estaban de acuerdo con la decisión tomada por su empresa, pero recordó que en Aspe esta propia semana también han tomado la decisión de apartar a Iker Irribarria en la última jornada de la liguilla. «Algunas veces puedes estar de acuerdo y otras no tienes porqué estarlo, pero son ellos los que las toman y no hay nada más que decir».

«Motivos deportivos» fueron las razones esgrimidas por Baiko para apartarlo del campeonato, «yo no pedí explicaciones y tampoco me dieron más», pero el delantero navarro dijo estar satisfecho con el campeonato que estaba realizando hasta el momento de su exclusión. «Ha sido una decisión de la empresa por los malos resultados, que los resultados sí estaban siendo malos, habíamos ganado un solo partido de nueve. Yo con el juego que estaba realizando estoy contento y tranquilo conmigo mismo, pero, al final, la empresa decidió cambiarme y no hay más que aceptarlo».

Tampoco parece lo más elegante el devolverle al torneo en la última jornada de una liguilla de 14 semanas, pero Oinatz Bengoetxea se lo toma con naturalidad. «Yo no tengo nada que demostrar a nadie. Quedé satisfecho con el campeonato que estaba realizando y este último partido ante Altuna y Ladis Galarza es un bonito regalo para mí. Es un día especial, estos días de Carnaval en Tolosa son muy especiales, muy bonitos de jugar con el gran ambiente que suele haber y yo vendré con toda la ilusión a jugar».

Será un partido sin presión para ninguna de las dos parejas, en la que Altuna-Galarza buscarán mejorar sensaciones de cara al play off y los de Baiko sumar su primer triunfo juntos.

Ander Imaz, recuperado de su rodilla

La de ayer en el Beotibar de Tolosa fue una elección de material muy concurrida, de las que solo se da en Jueves Gordo en Tolosa y, al margen de las impresiones de Oinatz Begngoetxea, el otro foco de atención estaba en la recuperación de Ander Imaz, que vuelve a las canchas una vez superada la bursitis en su rodilla derecha que le hizo suspender su partido de la última jornada en Gernika.

El zaguero de Oiartzun terminó el tratamiento con antibiótico el pasado domingo y ayer mismo realizó el primer entrenamiento intenso, para el que se desplazó de Tolosa a Beasain.

El zaguero explicó que la inflamación se ha reducido un montón, por lo que puede correr con total normalidad y explicó que jugar el martes le viene bien, porque tres semanas sin hacerlo serían demasiadas para afrontar un partido como el del play off. Eso sí, eso de tener que jugar martes y sábado o domingo, no parece lo más justo con la pareja que terminó tercera. J.O.