EDITORIALA
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Ignorar a los refugiados se vuelve ahora contra la UE

Crece la tensión entre Grecia y Turquía a causa de los refugiados que tratan de atravesar la frontera y llegar a Europa. Los forcejeos y encontronazos entre las fuerzas de seguridad de ambos países en la frontera el sábado dio paso ayer a una escalada de acusaciones mutuas. Grecia culpa a Turquía de haber derribado la valla fronteriza para facilitar el paso de los refugiados. Turquía, a su vez, anuncia que impedirá la travesía marítima de migrantes a causa de las peligrosas e inhumanas intervenciones de los guardacostas griegos contra las embarcaciones que cruzan el mar.

La crisis está provocando que también aumente la tensión en Grecia. Un foco de conflicto es la suspensión del derecho de asilo, decisión a la que se une ahora la de interrumpir el pago de los subsidios a los solicitantes de asilo. Otro se centra en las críticas a las desproporcionadas actuaciones de las fuerzas de seguridad en la frontera, tanto terrestre como marítima. Y el aumento de la actividad de grupos de extrema derecha, que llegados de toda Europa atacan a refugiados y voluntarios, y presumiblemente han sido los responsables del incendio de un centro social en la isla de Lesbos, se ha convertido en otro eje de tensión. En este contexto, las críticas de Syriza a la irresponsabilidad gubernamental han sido respondidas desde el Gobierno con acusaciones a la coalición de izquierdas de servir a los intereses de Recep Tayyip Erdogan.

Esta nueva crisis de refugiados fomentada desde Turquía y mal gestionada por el Gobierno griego no hace sino aumentar el descrédito del país heleno, y por extensión el de toda la Unión Europea. Con la visita de hoy a Bruselas, el presidente turco tratará de rentabilizar un chantaje que le puso en bandeja la Unión Europea en 2016 cuando decidió pagar por desentenderse de la gestión del flujo de refugiados y olvidarse de los derechos que les asisten. Aquella cobarde y desastrosa decisión se vuelve ahora contra la Unión Europea, con mayor fuerza si cabe.