Rascacielos
Las actividades de montaña, se han ido diferenciando en especializaciones que toman vida propia. Una de ellas es la de las carreras de montaña, especialidad que a su vez ha dado lugar a variantes más urbanas como la llamada “Vertical World Circuit” (o Skyrunning) que este año consiste en nueve subidas corriendo a rascacielos de New York, París, Londres, Milán, Dubai, Beijing, Shanghai y Osaka, para concluir con la gran final en Hong Kong. Bien, en la ola de cancelación de eventos deportivos para impedir aglomeraciones y contagios se me ocurre que parece más bien una carrera para provocar el COVID-19 (o a las autoridades médicas). Pienso que pocos espectadores se pueden congregar en las escaleras de un rascacielos, pero en realidad no sé mucho sobre este tema. Pero todo parece tener arreglo, o si no que se lo pregunten a estaciones de ski como la de Luchon-Superbagnères en donde, como la nieve no viene a la montaña pues se la trae a la fuerza y ya está. En un par de horas 70 mil toneladas transportadas en helicóptero desde zonas altas de montaña a los lugares vacíos de las pistas han arreglado el asunto. No es la primera vez ni la segunda que se utilizan helicópteros para eso en Europa, más frecuentemente camiones y excavadoras, pero el eco mediático y las protestas han sido grandes y la ministra Elisabeth Borne anuncia que toma cartas en el asunto mientras lo etiqueta severamente de «solución no viable». No sabemos dónde vamos pero vamos muy deprisa.