Los ingleses lo asumen

Los jugadores y clubes de la Premier League estudiarán rebajas salariales mientras por otros lares se centran en aplicar ERTEs.

La Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA) de Inglaterra ha pedido una reunión con los responsables de la Primera (Premier League) y Segunda División (Championship) de este país para abordar reducciones de salarios que, en algunos casos, podrían llegar hasta el 50%.

Según informó el diario “The Telegraph”, es el caso del Birmingham City que propone que aquellos jugadores que ganen más de 6.000 libras a la semana (unos 6.500 euros) se rebajen sus emolumentos a la mitad, una medida que podría extenderse a otros equipos.

Asimismo, el periódico indicó que la reunión entre las dos primeras divisiones abordará otras cuestiones relacionadas con la posibilidad de que se suspendan indefinidamente las competiciones por el coronavirus, más allá de la fecha del 30 de abril fijada inicialmente.

«En estos tiempos difíciles, existe un amplio consenso público para que se vea que el fútbol está actuando con solidaridad con otros trabajadores e industrias afectadas por la crisis», explica la Asociación de Futbolistas en un comunicado.

La representación de los jugadores señala en la nota que «varios clubes ya se han puesto en contacto con los jugadores con vistas a imponer aplazamientos de pagos». También tienen previsto analizar la adopción de «protocolos» para permitir entrenamientos, con instalaciones en las que se posibiliten ejercicios en grupo o en parejas, entre otras alternativas.

Otra de las preocupaciones de la asociación es la situación laboral de aquellos que concluyen contrato al final de esta temporada, ya que consideran que sus vinculaciones deberían extenderse en caso de que fueran acortados los campeonatos.

Barcelona, Atlético de Madrid...

El caso presenta muchas diferencias con lo que ocurre en el Estado español, donde las primeras noticias sobre el impacto económico en el fútbol de élite llegó por las quejas, precisamente, de algunos de los clubes más poderosos. De hecho, fue el Barcelona el primero que avanzó la posibilidad de aplicar un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) entre sus trabajadores, en cuya lista no incluye a los jugadores de la primera plantilla.

De hecho, ya lo tiene preparado y su intención es aplicarlo a la mayor parte de sus operarios con fecha retroactiva del 13 de marzo, día en que el presidente del Gobierno español declaró el “Estado de alarma”. Según han adelantado algunos medios, esta medida supondría un 70% de reducción de salarios que, por supuesto, no afecta a sus estrellas futbolísticas. Y así, alguno de sus empleados, como el manager del equipo de baloncesto,, Nacho Rodríguez, ya respondió negativamente a la propuesta del club, porque, entre otras cosas, el Barcelona no ha consultado la medida con los empleados.

Aunque todos los clubes profesionales están barajando esta posibilidad, son los que cuentan con más recursos económicos quienes primero se han apuntado a las rebajas. Así lo reconocía ayer el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, quien, tras afirmar que están valorando todas las posibilidades, declaró que están haciendo «lo que hacen todas las empresas, porque todo el mundo está haciendo ERTEs».

Mikel Rico aboga por terminar la competición

El jugador del Huesca y ex del Athletic Mikel Rico tiene claro su deseo de que concluya la competición. «Se baraja acabar en julio para poder acabar la Liga y, aunque las temperaturas serán altas, estaré encantado porque creo que lo justo es poder disputar todos los partidos. Los que están en ascenso directo querrían que acabase y los que están en descenso no, porque cada uno mira su interés, pero lo justo sería jugar todos los partidos que faltan», valoró Rico cuyo equipo está en puestos de play-off de ascenso.

En cuanto al día a día durante este parón oblogatorio forzado por la epidemia, el centrocampista de Arrigorriaga declaró que «afortunadamente puedo hacer ejercicios en casa con el material que nos han preparado en el club para mantenernos en forma lo máximo posible, pero hay que reconocer que cuesta un poco», se sinceró. GARA