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CICLismo

Y el Tour elige... septiembre

Todo apunta a que la carrera se disputará del 29 de agosto al 20 de septiembre, lo que obligará a la Vuelta a modificar sus fechas.


Del 29 de agosto al 20 de septiembre, esas parecen ser las fechas elegidas por los organizadores del Tour, la empresa Amaury Sport Organisation (ASO), para la celebración de la carrera. Esas son las tres semanas que hoy les comunicarán los dirigentes de la UCI (Unión Ciclista Internacional) a representantes de los equipos World Tour y de los corredores.

Son tres semanas que ponen patas arriba el calendario internacional y obligan a la Vuelta a reinventarse, ya que estaba previsto se corriera del 14 de agosto al 6 de septiembre.

Poco han tardado en reaccionar los responsables de ASO tras darse de morros contra la realidad el lunes por la noche cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, descartó toda manifestación de masas, al menos, hasta mediados de julio.

Hasta entonces, ASO, propiedad de la familia Amaury, barajaba la posibilidad de jugar a corto plazo con el retraso de algunos días, contando además con el detalle de la suspensión de la Eurocopa de fútbol y también de los Juegos de Tokio. El Tour pasaba a ser así la única cita deportiva de impacto mundial que quedaba para el verano.

Pero tampoco descartaban algún que otro matiz, que fue la ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, la que lo hizo público al anunciar la existencia de «otros planes», que podrían pasar por una versión simplificada del Tour, por la prohibición de que los aficionados se acercaran a las carreteras o por la imposición una distancia mínima de seguridad entre el público y la caravana ciclista y entre los propios seguidores.

No era para menos para una carrera cuya celebración solo han detenido las dos grandes guerras mundiales. Maracineanu repitió la célebre frase de “El Tour es el Tour”, que da a entender que la carrera ciclista está por encima de todo o casi de todo, y recordaba que el Gobierno francés y ASO estaban haciendo todo lo posible para garantizar la celebración de la competición. Así ha sido, pero la realidad ha terminado imponiéndose y a Macron no le ha quedado otra que reconocer que las circunstancias se parecen bien poco a las que él mismo se refería hace tan solo tres semanas.

¿Suspender? En ningún caso

Ahora, una vez que el Ejecutivo y la empresa ASO asumieron la imposibilidad de las fechas previstas –no se plantearon en ningún caso la suspensión de la carrera hasta el año que viene–, han proseguido con lo de “El Tour es el Tour” y su “grandeza”, y han reafirmado la decisión de celebrarlo a cualquier precio, incluso cargándose el calendario.

Para empezar, y desde hace varias semanas, el director del Tour, Christian Prudhomme, ha estado en contacto con todos los alcaldes de las ciudades que son salida o llegada de alguna etapa informándoles del más que posible retraso de fechas. Por su puesto, los primeros ediles se ponen a sus pies teniendo en cuenta que el paso del Tour es un acontecimiento colosal para estas localidades y una oportunidad de lucimiento inigualable para los alcaldes.

Además, ASO ha sabido mover sus gruesos hilos en la UCI para que el máximo organismo mundial en este deporte apriete las clavijas a los equipos más potentes y también a los corredores y a los organizadores de otras carreras.

Unipublic en el bolsillo

El mayor inconveniente para el cambio de fechas hubiera sido la Vuelta, la tercera gran carrera de tres semanas y la única que podía disputarse en sus originarias fechas, una vez que el Giro, que estaba previsto del 9 al 31 de mayo, fue aplazado. La carrera italiana tenía la esperanza de encontrar un hueco en el calendario y, de hecho, anunció que el 3 de abril diría sus nuevas fechas. Ha pasado ese día y lo que se espera ahora es que definitivamente anuncien su suspensión hasta el año que viene.

Pero ni la Vuelta es inconveniente para el Tour. ASO, de los magnates Amaury y organizadora entre otras pruebas de París-Roubaix, París-Niza o París-Dakar de rallyes, así como propietaria de medios como el deportivo “L’Equipe”, es también dueña de Unipublic, empresa con los derechos de la carrera española. No es de extrañar, por tanto, que el director de la Vuelta, Javier Guillén, dijera a Radio Francia Internacional (RFI) que se adaptarán al nuevo calendario. «Que se haga el Tour es lo más beneficioso que nos puede pasar», dijo el también empleado de ASO, que destacó que su carrera «siempre va a estar apoyando y ayudando a la que es la carrera y el evento deportivo más importante del mundo».