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JO PUNTUA

Aguanta, Chelsea Manning!


Parece tener que interesarnos todo lo que concierna al puto Julian Assange, como que engendró dos hijos mientras estuvo confinado siete años en la Embajada de Ecuador en Londres. Qué tabarra tuvo que dar allí semejante macho, madre mía. Yo no le veo nada heroico, al contrario, y me mosquea en qué lugar de nuestras luchas se sitúa realmente, a parte de en el suyo propio. A mí quien me fascina de esta historia de traición y guerra es Chelsea Manning. Su vida es tan apasionante que alguien hará una serie de televisión sobre ella, apuesto por Ryan Murphy. Solo tiene 32 años.

Fue calificada como chico al nacer y le llamaron Bradley, creció extrañada con el mundo en Oklahoma, en un hogar abusivo. Como toda la gente trans, encajonada en este binarismo sofocante, siempre supo que tendría que pelear contra la realidad para ser ella misma. Chelsea, ese era su verdadero nombre desde chiquita, me fascinan los nombres que eligen para sí las mujeres trans. Tras dormir en las calles de Chicago, se alistó en el ejército. Desarrolló sus habilidades informáticas, pero un día los números se le llenaron de dolor. Y filtró a Wikileaks cientos de miles de documentos sobre el horror provocado por la política bélica de los USA en Irak y Afganistán. Fue delatada por un hacker, detenida, juzgada por alta traición. Fue condenada a 35 años de prisión. Comenzó su cambio de género en una cárcel militar masculina, le negaban todo, que se dejara crecer el cabello inclusive. Varios intentos de suicidio. A Chelsea le encanta la moda, imaginarse con este vestido o aquel carmín le aferró a la vida en sus horas más oscuras. Una de las últimas cosas que hizo ese presidente negro que hoy parecemos haber soñado fue indultarla, había pasado siete años encarcelada. Lloré de dicha cuando salió. Ha aprovechado el tiempo fuera para ser una activista queer y por un uso ético de la tecnología.

Pero hoy, Chelsea, entra y sale continuamente de prisión porque se niega a declarar contra Wikileaks. Ha intentado suicidarse de nuevo. Me pregunto que haría el puto Assange por ella.