Iñaki Lekuona
Periodista
AZKEN PUNTUA

Cinco

A este lado del Bidasoa nos encontramos cinco escalones por encima. No sólo podemos subirnos todos los dedos de una mano en un cinquecento, sino que además podemos hacer cinco veces cuatro por cinco kilómetros sin que nos sancionen por alejarnos en exceso del domicilio. Todo un privilegio para un país que este viernes conmemoraba el 75 aniversario del la capitulación del III. Reich ondeando banderas tricolor, como si hubiera olvidado que no sólo se rindió a las cinco semanas del primer tiro, sino que en su mayor parte colaboró, bajo esa misma bandera y durante la mayor parte de los cinco años de guerra, con el régimen nazi. Da igual: los nazis siempre son los demás y el pasado se reescribe con tal fervor que los cobardes se tornan valientes y los valientes se olvidan.

Y para que hoy, final del confinamiento, sea recordado como es debido, se reescribirá la historia, se entonará la marsellesa por lo caídos y nos contarán la batalla del combate contra un virus que jamás tuvo conciencia de haber estado en guerra. Hoy retornamos a las fábricas. Porque de eso se trata. Nos insisten con que nos las pongamos, pero en realidad hace una cuarentena y pico que se han caído todas las máscaras. Exactamente los días en Pekín: cincuenta y cinco. Y nos contestan con ahínco.