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Bobadas alpinas

Nombrar


La revista “Rock and Ice” norteamericana y posteriormente la revista Desnivel, se hacen eco de una controversia que está invadiendo el mundo de la escalada, sobre todo en USA. Siguiendo la estela del Me Too (Yo También) feminista y del Black Lives Matter (Las Vidas de los Negros Importan) que ha definitivamente explotado con la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis, en algunas escuelas de escalada consideran que ha llegado la hora de cambiar nombres considerados ofensivos. Existe la costumbre por parte del que abre o equipa una vía de escalada de darle un nombre y todos sabemos que hay nombres de todo tipo: homófobos, racistas, agresivamente misóginos, etc. Muchos son simplemente groseros (muy en la onda de kaka, pis, culo), pero la gran disputa es si esto no es un ataque a la libertad de expresión y si en tiempos en los que algunos se sienten fácilmente ofendidos, esto lleva al deslizamiento por una pendiente sin fin. ¡Ojo!, los nombres directamente ‘políticos’ no quedan fuera de la discusión (aquí el tema de la ofensa es más que difuso). Y está la interpretación: en Wyoming la zona de escalada nombrada “Slavery Wall” suscita ahora una especial ira, pero puede que la intención de los autores no fuera el panegírico sino lo contrario, la crítica. ¿Quién decide qué se cambia? Algunos apuntan que quizás debieran ser los autores los que debieran tomar la decisión. La discusión está servida y no va a hacer más que aumentar.