AUG. 22 2020 QUINCENA MUSICAL Por Beethoven y para Beethoven M.C. Tras haber acogido de forma provisional los ciclos de música antigua y música contemporánea, el Museo San Telmo volvió a ejercer el jueves su tradicional rol dentro de la Quincena Musical: el de brindar escenario al Ciclo de Música de Cámara, que se celebra en su claustro desde hace cinco años. Y, también como cada año, uno de los conciertos ha estado protagonizado por un conjunto que el público no sabe bien de dónde ha salido, formado por músicos solistas más o menos conocidos que han decidido reunirse temporalmente para tocar juntos en una pequeña gira o con motivo de una efeméride. Es el caso de Locum Congregatio, un septeto catalán creado hace unos meses con motivo de las celebraciones del 250º aniversario de Beethoven en 2020, y específicamente para interpretar su “Septimino” que, a pesar de que contiene una de las melodías más célebres de toda la música clásica, es una obra que no se interpreta tan a menudo debido a su extensión y a lo peculiar de su combinación instrumental. Antes del “Septimino”, el grupo presentó otra obra de Beethoven estrenada en el mismo año, la “Sinfonía nº 1”, en un arreglo de Álex Sanso que recogía bien el espíritu sinfónico del original y que realizaba una hábil síntesis del denso tejido orquestal sin renunciar en exceso a sus matices armónicos y contrapuntísticos, aunque lógicamente el aspecto tímbrico sí se vio comprometido –se echó de menos el sonido de la flauta–. Los siete miembros de Locum Congregatio la defendieron con bravura, con mejores resultados en los movimientos rápidos que en los adagios introductorios y en “Andante Cantabile” –quizá debido a la acústica del claustro–, y bien liderados por el violín de Josep Colomé, que fue un componente clave en el éxito de la versión. El “Septimino”, con sus ocho movimientos, es una obra fascinante y, a su modo, muy novedosa por el uso que hizo del clarinete en unos años en que aún era un instrumento nuevo. El clarinetista Víctor de la Rosa hizo un excelente trabajo, aportando tanto frescura melódica como sutil color tímbrico en uno u otro movimiento, y el grupo en su totalidad se mostró equilibrado y tocaron sus partes con expresividad e intención.