Una enorme, profunda y hedionda cloaca

Conocimos a Marcelo, el ángel de la guarda que ayudaba a aparcar el coche del ministro de Interior Jorge Fernández Díaz; ahora estamos conociendo a su confesor y amigo de correrías, el sacerdote Silverio Nieto, un antiguo miembro de la Brigada de Información de la Policía en los años setenta y después juez, aparece implicado en la denominada trama Kitchen, uno de los operativos policiales del Estado para tapar la corrupción del PP. Don Silverio fue nombrado Comisario Honorífico del Cuerpo Nacional de Policía. Un artista de las cloacas ya sean las del Estado o las de la Iglesia como cuando este cualificado fontanero de la Conferencia Episcopal Española es encargado de la investigación de las denuncias de abusos sexuales y violaciones a menores por parte de miembros de la Iglesia católica. Unos lo llamaron investigación otros, familiares de las víctimas, destrucción de pruebas. Cosas de la perspectiva.

Felipe González y la Fundación Franco salen en defensa del Borbón huido. La Falange, dirigentes CCOO y UGT y todos y cada uno de los expresidentes de España desde 1978 vivos, en defensa de Martín Villa. Dirigentes catalanes siguen en la cárcel por facilitar el ejercicio de voto a la ciudadanía. Presos vascos que deberían estar en la calle mueren por la venganza del Estado mientras asesinos de las cloacas del Estado hace décadas que están fuera si es que alguna vez estuvieron presos.

La noticia del día es que la infanta Leonor está confinada por un positivo de covid en su clase del colegio católico Santa María de los Rosales de 7.500 euros por infanta que pagan ustedes queridos lectores. A pesar de los 10.793,40 metros de edificaciones en unos terrenos de 21.960 metros cuadrados, pista de golf incluida, no pueden mantener la distancia de seguridad.

Y todavía hay quien se pregunta por qué en España la pandemia se extiende con más facilidad que en otros lugares. Fácil, los virus se expanden como locos entre la mierda.