El Tribunal de Apelación de París acordó ayer la reclusión domiciliaria con vista a la libertad condicional de Frédéric Xistor Haranburu. El preso natural de Senpere debería ser excarcelado a finales de noviembre y, tras pasar los últimos 30 años entre rejas, podría así completar condena fuera de prisión.

Detenido en 1990 y sentenciado en 1997 a cadena perpetua, la sentencia impuesta a Haranburu establecía que podía aspirar a la libertad condicional a partir de 2008. Sin embargo, sus peticiones en ese sentido han sido hasta ahora desestimadas.

En su fallo, el Tribunal de Apelación fija un periodo de ocho años de cumplimiento de pena, ya fuera de prisión, para Haranburu, de 66 años de edad.

Deberá portar un brazalete electrónico durante un periodo de dieciocho meses, según informó a GARA su abogada, Maritxu Paulus Basurco, que confirmaba que el juez falla que el preso deje atrás la prisión de Lannemezan, en la que ha pasado las dos últimas décadas, de aquí a un mes. La letrada mostraba su satisfacción por la decisión del Tribunal de Apelación que «por primera vez retiene nuestros argumentos jurídicos, reconoce que de acuerdo a la ley Xistor Haranburu tiene derecho a salir de prisión y toma en consideración el cambio social y político» derivado del final de ETA.

El tribunal se alineó ayer con la decisión inicial del juez del Tribunal de Aplicación de Penas (TAP) que, al analizar el 9 de julio pasado la demanda, se mostró favorable a excarcelar al vecino de Senpere. Sin embargo, siguiendo su práctica habitual, la Fiscalía Antiterrorista bloqueó la excarcelación, lo que dejó a Haranburu en Lannemezan y a la espera del juicio en apelación, fijado para el 24 de julio.

Ese día, el tribunal rechazó definitivamente la segunda demanda presentada por otro miembro del “comando Argala” de ETA, Jakes Esnal. En la vista del recurso correspondiente a Haranburu, el fiscal no solo persistió en su posición, sino que hizo una declaración que puso en un brete al propio tribunal al espetar: «Mientras yo esté en este puesto no aceptaré ni esta ni ninuna demanda posterior».

Ayer, el tribunal dio la espalda a esa posición, sostenida en argumentos tan estrambóticos como el riesgo de que un preso sexagenario pueda reincidir, cuando la organización en la que militó no existe desde 2018 y dejó la lucha armada hace ya nueve años.

A seguir trabajando

Paulus Basurco valoró que el tribunal desmienta que la vuelta a casa de Haranburu pueda alterar la paz social, otro argumento de predilección de la Fiscalía, y ponga, al tiempo, en valor que dispone de un entorno familiar favorable a la resocialización.

El tribunal retiene otro argumento jurídico de la defensa, como es que de haber sido condenado en el Estado español Haranburu habría cumplido como máximo 30 años de prisión, que Paulus Basurco estima de gran valor cara a la resolución judicial futura de los casos de Ion Kepa Parot y Jakes Esnal.

Artesanos de la Paz y Bake Bidea saludaron un fallo que es fruto de «largos años de trabajo y de movilización», y reiteraron su compromiso de seguir trabajando hasta conseguir la vuelta a casa «lo antes posible» de Esnal y Parot. EH Bai y EH Bildu valoraron el fallo como un avance hacia una paz duradera y en favor de la convivencia.

 

Libertad condicional para Alonso tras más de 24 años preso

Fernando Alonso Abad quedó libre finalmente tras casi un cuarto de siglo en cárceles españolas como Villena o A Lama. Después una larga pelea legal dentro de la dinámica de EPPK, ha conseguido la libertad condicional y ya no tendrá que pernoctar en prisión.

Alonso fue detenido en agosto de 1996 por la Guardia Civil junto a Andoni Murga Zenarruzabetia, ambos periodistas de “Egin”, acusados de pertenencia a ETA. Se les impuso una condena muy larga por un único atentado sin víctimas contra una empresa, dado que esta acusación se sumó a las de pertenencia y tenencia de armas y explosivos.

Natural de Sestao, en el momento del arresto vivía en Hernani. Murga sigue agotando la condena, actualmente en Zuera (Zaragoza). La práctica totalidad de estos 24 años y dos meses los ha pasado muy lejos de Euskal Herria: Villena (Alacant), Mansilla (León) y A Lama (Pontevedra). Los dos últimos años ha estado encerrado en Villabona (Asturias). Si bien se le concedió el tercer grado ya en abril, el traslado a Martutene que debía conllevar no se materializó inicialmente con la excusa del covid-19, por lo que pasó aún casi tres meses en una especie de limbo en el CIS de Villabona. Esta última etapa de cautiverio ha transcurrido en el CIS de Martutene, por el que han pasado también en este tiempo Jagoba Codo o Sebas Etxaniz. Ahora, como a Codo o antes a Gorka Fraile, se le ha aprobado el tercer grado y no deberá dormir en la cárcel. Desde prisión, ha publicado varios libros en diferentes géneros: ensayo, novela, cuentos... como “Por qué luchamos los vascos” “El repartidor de sueños” o “Al margen de la izquierda”.

 

Interior comunica dos repatriaciones y seis acercamientos

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio español del Interior comunicó ayer el acercamiento a cárceles «más próximas» de Euskal Herria de otros ocho presos vascos. Se trata de dos repatriaciones y seis acercamientos.

La decisión comunicada este martes afecta a Joseba Borde, que se encuentra en A Coruña y será trasladado a Soria; Aitor Esnaola, acercado de Toledo a Soria; Karmelo Lauzirika, de Castelló a Zaballa; Itziar Alberdi, de Estremera a Logroño; Juan Jesús Narváez, también de Estremera a Logroño; Ibai y Mikel Aiensa, de Lugo a Logroño; y José Juan García, de Valladolid a Zaballa.

Es el anuncio de traslado grupal más grande realizado hasta la fecha.

Dada la situación generada por la crisis sanitaria del covid-19 y a pesar de que Interior haya anunciado ahora los acercamientos, está por ver cuándo se materializarán a causa de las restricciones de movilidad en distintas comunidades.