El Consejo de Gobierno aprobó el pasado 3 de octubre el “Programa para la Reactivación Económica y el Empleo de Euskadi (2020-2014)”, llamado “Berpiztu” y que se presenta como «la respuesta de las instituciones vascas para superar la crisis económica y de empleo generada por la pandemia sanitaria de la Covid-19». El documento incluye ofertas públicas de empleo con un «impacto estimado» de 10.720 empleos en los próximos cuatro años.

El texto recoge las «contribuciones» al programa oficial de distintos agentes, y Mondragon Corporación, Konfekoop –que es la Confederación de Cooperativas de Euskadi– y las Cámaras Vascas se fijan entre otros puntos en el empleo público y el funcionariado para reclamar «innovación» en ese terreno y «límites».

El documento gubernamental apunta que «la consolidación del sector del empleo público como un empleador eficaz y eficiente, que incentive la generación y mejora de empleo de calidad, continúa siendo un reto para la administración pública. Para ello, será necesario seguir impulsando una adecuada planificación del relevo generacional y una priorización del empleo público en los ámbitos relacionados con las políticas sociales (como la sanidad y la educación), con los servicios esenciales (como la seguridad) y con otros ámbitos de servicios generales».

El programa recoge un «impacto estimado de 10.720 empleos impulsados a través de convocatorias anuales de OPEs, con plazas de turno libre y de promoción interna». Se anuncian 2.065 empleos en 2020 y 2.625, 1.865, 2.035 y 2.130 en los ejercicios posteriores hasta 2024.

Según el programa “Berpiztu”, 1.150 de estos puestos de trabajo se encuadrarían en la Administración General, 4.100 en Sanidad, 1.900 en Ertzaintza, 3.100 en Educación, 320 en Justicia y 150 en el capítulo de otros.

«Limitar nuevos funcionarios»

Entre los agentes económicos y sociales a los que se les dio voz para hacer aportaciones al documento, algunos hacen mención a lo relativo al empleo público. Por ejemplo, Mondragon Corporación apunta que «la digitalización de la administración pública debe contemplar también un proceso paralelo, no traumático, de reordenación y reajuste de personal». Señala que «ese proceso se podría acompañar con el proceso natural de jubilación, para que la reasignación y reajuste no sean traumáticos».

Mondragon Corporación añade en el documento remitido a Lehendakaritza la propuesta de «limitar al máximo la creación de nuevos funcionarios», al tiempo que plantea «evitar la cada vez mayor diferenciación de condiciones entre el empleo privado y el público».

«Nuevo perfil»

Las Cámaras Vascas de Comercio proponen «un nuevo perfil de funcionario». Sostienen que «la creación de empleo público debe valorarse fundamentalmente por el resultado en el desempeño de su función. En este sentido, –afirman– parecen razonables algunos de los ejes en los que se propone una contratación importante».

Pero las Cámaras Vascas entienden que «no debe de tratarse de una mera sustitución de personal que llega a la jubilación». Aseguran que «es imprescindible considerar la incorporación de la innovación, los nuevos modos más eficientes y productivos, los trabajos antiguos renovados, más trabajos de nueva creación». Concluyen que «se debe caminar hacia un nuevo perfil del funcionario».

«Necesidades emergentes»

Konfekoop, la Confederación de Cooperativas de Euskadi, hace mención en su aportación a que «en las ofertas de empleo público se realiza una previsión de 10.480 empleos públicos adicionales para el cuatrienio 2020-2024», a lo que apostillan que «entendemos que estas ofertas de empleo público responderán a una evolución natural que dé respuesta, además, a las necesidades emergentes que vayan surgiendo».

Dicen que «interpretamos que no se trata en su totalidad de un incremento neto de empleo público, sino de una atención a las actuales necesidades coyunturales derivadas del Covid, y asimismo de procesos de consolidación laboral de empleos actualmente interinos o temporales».