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WASHINGTON
ELECCIONES EN EEUU

Joe Biden confirma su victoria, que Trump se resiste a reconocer

Tras cuatro días de recuentos, aún sin concluir, Joe Biden fue reconocido como presidente electo de Estados Unidos tras confirmarse los datos de Pensilvania y Nevada. Pero el presidente saliente, Donald Trump, se resistió a conceder la victoria a su rival, aseguró haber ganado «por mucho» y anunció una batalla legal en los tribunales.

El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, se convirtió ayer en el presidente electo de EEUU, cuando las proyecciones de las cadenas CNN, CBS y NBC adelantaron los datos de Pensilvania y se hizo oficial lo que ya se venía anunciando.

Con esta proyección y la clara tendencia del recuento en los estados en los que aún se escrutaban las papeletas, finalmente Biden decidió declararse «honrado» de ser el presidente electo. «Estados Unidos, estoy honrado de que me hayan elegido para liderar nuestro gran país», escribió en Twitter. «El trabajo que nos queda por delante será duro, pero les prometo esto: seré un presidente para todos los estadounidenses, tanto si votaron por mí como si no. Estaré a la altura de la fe que han depositado en mí», añadió.

Biden acompañó su mensaje con un vídeo que mostraba imágenes de estadounidenses y paisajes rurales y urbanos del país, al ritmo de la canción «America the beautiful» interpretada por Ray Charles.

La proyección de los medios llegó después de que Biden ampliara su ventaja en Pensilvania a más de 30.000 votos sobre el presidente saliente y tras cuatro días de agónica espera.

Trump se aferra a los recursos

Mientras comenzaban las celebraciones en Washington, Nueva York o Filadelfia, líderes y altos representantes de gobiernos de todo el mundo felicitaron al presidente electo, en su mayor parte añadiendo el deseo de comenzar una nueva etapa de relaciones con la potencia norteamericana, que en los últimos cuatro años ha apostado por el unilateralismo. También líderes demócratas, e incluso algunos republicanos felicitaron a Biden. Pero Donald Trump no está acostumbrado a perder y se resistió a conceder la victoria a su oponente.

«Todos sabemos por qué Joe Biden se apresura a presentarse como el falsamente victorioso y por qué sus aliados en los medios se esfuerzan tanto por ayudarlo: no quieren que salga la verdad. La simple observación es que esta elección está lejos de terminar», escribió en una declaración. Su equipo de campaña y su abogado personal Rudy Giuliani respaldaron sus manifestaciones.

«Obviamente no va a admitir la derrota cuando hay al menos 600.000 votos disputados», aseguró Giuliani, anticipando una larga disputa en tribunales.

El abogado desdeñó las proyecciones de los medios cuando «ningún Estado ha certificado» estos datos y «nuestro equipo tiene demandas judiciales legítimas que pueden decidir el vencedor final». Poco antes, Trump había proclamado en Twitter que había ganado la reelección «por mucho», algo falso, sumando otra afirmación que la red social calificó de engañosa.

En un mensaje publicado por su campaña, anunció el inicio de una ofensiva legal desde mañana para garantizar «que el verdadero ganador se hace con el cargo».

Después de que las proyecciones de los medios también añadieran los seis de Nevada, Biden sumaba ya 290 delegados o 279, dependiendo de si se tomaba en cuenta Arizona, donde algunos medios no proyectaban todavía su victoria.

Trump se ha encomendado a las demandas que ha presentado en varios estados clave, pero es improbable que ninguna de ellas pueda invalidar los votos suficientes en ningún territorio. Incluso el Partido Republicano apareció dividido frente a la resistencia del presidente a reconocer al derrota.

Eso sí, el Tribunal Supremo aceptó una demanda con carácter de urgencia y ordenó al estado de Pensilvania que separe los votos que llegaron después de la jornada electoral, algo que ya contemplan los protocolos del estado. Los republicanos piden que sean declarados nulos.

Entre las reacciones, el “New York Times” exhortó al presidente, a través de un vídeo, a que asumiera la derrota con dignidad, mientras el jugador de la NBA Lebron James se burló del presidente con un montaje fotográfico en el que Biden tapona al republicano.

Por su parte, la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, tras una felicitación escueta, recordó que fueron las organizaciones proinmigrantes en Arizona, los movimientos de base afroamericanos en Georgia y Michigan, y las campañas de las congresistas Rashida Tlaib (Michigan) y de Ilhan Omar (Minesota) las que están detrás de las victorias clave de los demócratas en los estados que han acabado dando la Presidencia a Biden.

 

Kamala Harris, primera mujer vicepresidenta de Estados Unidos

«Estas elecciones son mucho más que sobre Joe Biden o sobre mí. Se trata del alma de EEUU y nuestra voluntad de luchar por ello. Tenemos mucho trabajo por delante, empecemos» saludó a través de Twitter la vicepresidenta electa de EEUU, Kamala Harris, la confirmación de la victoria de la candidatura demócrata. La hasta ahora senadora por California ha hecho historia al convertirse en la primera mujer elegida como vicepresidenta de EEUU, un puesto que la haría presidenta si Biden renunciara, fuera destituido o muriera. Será la mujer que ha ocupado un cargo político de mayor rango en la historia de EEUU, algo que hasta ahora representaba la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Harris, de 56 años, hija de padre jamaicano y madre india, será además la primera mujer negra que ocupará la Vicepresidencia de EEUU. «Es la primera. Pero no será la última», tuiteó Emily's List, la mayor organización de EEUU dedicada a reclutar, entrenar y apoyar las candidaturas de mujeres demócratas a todos los niveles.

Harris fue fiscal general de California antes de ganar su escaño en la Cámara Alta en 2016, con fama de ser especialmente dura en ambas instituciones. Pese a su origen multicultural, se describe a sí misma simplemente como «una estadounidense», y asegura que siempre se ha sentido bien con su identidad, insistiendo en que no se compara con Obama y que preferiría que otros no lo hicieran. En las primarias subrayó su perfil de «mano dura con el crimen», y se ha granjeado numerosas críticas del ala más izquierdista del partido, por su postura en temas como las penas de prisión o la brutalidad policial.GARA

 

Biden jugará en un tablero internacional alterado por Trump

La política exterior de Joe Biden tendrá que lidiar con el mundo totalmente alterado heredado de Donald Trump y no podrá volver a la situación de hace cuatro años con un simple paso atrás. «La credibilidad y la influencia de Estados Unidos en el mundo han retrocedido desde que el presidente Barack Obama y yo dejamos el poder», escribió el exvicepresidente a principios de año, y prometió hacer que «EEUU vuelva a liderar el mundo». Biden quiere reincorporarse, desde el primer día de su mandato al acuerdo climático de París, cuya salida decidida por Trump se hizo oficial el miércoles, así como volver a conectar con la Organización Mundial de la Salud. Propone organizar, durante su primer año en la Casa Blanca, una «cumbre de las democracias» para restaurar la imagen de EEUU y reafirmar su apego al multilateralismo y recomponer las relaciones con los aliados. Pero Trump ha cambiado el tablero y hasta las reglas del juego en muchos escenarios. «Ciertas tendencias de la Presidencia de Trump, la presión sobre la UE por su participación en el esfuerzo de defensa, la firmeza en el comercio y la confrontación con China, continuarán persistiendo de una forma u otra», opina el secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Clément Beaune.

Más allá de un estilo opuesto, Biden coincide con Trump en temas clave. Insiste en que «EEUU debe ser firme con China» y es poco probable que vuelva a desplegar grandes contingentes a Afganistán o que se desmarque de las políticas sionistas. Además deberá moverse en el escenario creado por Trump en el enfrentamiento con Irán o Corea del Norte.GARA