JAN. 02 2021 Irán recuerda su intención de vengar la muerte de Soleimani Irán aseguró que Estados Unidos debe esperar más acciones de represalia por la muerte hace un año del comandante de la Guardia Revolucionaria, Qasem Soleimani, incluso en su propio territorio. El aniversario del ataque estadounidense que mató al carismático militar iraní ha elevado la tensión con Washington en los últimos días del mandato de Donald Trump y Teherán ha alertado de «un complot para crear un pretexto para la guerra». GARA TEHERÁN «Una vez más anuncio explícitamente que el camino de la Fuerza Quds y la resistencia no cambiará pese a los actos perversos de Estados Unidos», afirmó el sucesor de Qasem Soleimani en la comandancia de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, Esmail Qaani. En una ceremonia en la Universidad de Teherán con motivo del primer aniversario de la muerte de Soleimani, Qaani subrayó que «aquellos que cometieron este acto criminal deben ser conscientes de que las personas que buscan la libertad del mundo algún día responderán e incluso es posible que algunas personas dentro de su casa (EEUU) respondan a su crimen». Soleimani murió en un bombardeo estadounidense el 3 de enero de 2020 cerca de Bagdad junto al líder de la milicia proiraní Kataib Hizbulah, Abu Mahdi al Mohandes. Una semana después, la Guardia Revolucionaria atacó con misiles una base militar en Irak con presencia de tropas estadounidenses pero, según Irán, la venganza definitiva todavía no ha llegado. El jefe del Poder Judicial iraní, Ebrahim Raisí, también afirmó durante la ceremonia que el presidente saliente de EEUU, Donald Trump, «no es inmune a la administración de justicia». Raisí advirtió de que «el enemigo debe esperar la dura venganza de Irán» y que «el momento y el lugar serán determinados por las fuerzas de resistencia». La tensión ha aumentado coincidiendo con este aniversario y con los últimos días del mandato de Trump. El jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif, aseguró que según informes de la Inteligencia iraquí, EEUU prepara «un complot para crear un pretexto para la guerra». El miércoles un grupo de bombarderos B-52 voló desde EEUU al Golfo Pérsico después de que Trump amenazara a Irán con considerarle responsable de posibles ataques contra estadounidenses en Irak. Teherán condenó esta «provocación» en una carta al Consejo de Seguridad de la ONU. Pero el jueves, Washington adoptó una medida que confundió a los observadores al anunciar la retirada del portaaviones que tenía desplegado en Oriente Medio.