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Londres

Reino Unido sale de la UE sin pena ni gloria, pero el Brexit no termina

Cuatro años, 27 semanas y tres días después de un referéndum que dividió al país, en una salida sin fanfarria ni fuegos de artificio, muy discreta y marcada por las múltiples crisis (sanitaria, de transporte, con Escocia e Irlanda...), el Reino Unido está fuera de la Unión Europea. El Brexit está hecho, pero no tiene fin. Destacan las advertencias de posibles interrupciones y colapsos futuros. Europa dividió en el pasado al Reino Unido y seguirá haciéndolo en el futuro.

Con la mayoría del país sujeto a estrictas restricciones y los hospitales advirtiendo de una calamitosa crisis de coronavirus en las próximas semanas, las campanadas del Big Ben de Londres, temporalmente reconectadas de los trabajos de restauración en curso, sonaron en calles casi vacías. Este fue el momento crucial para el Brexit. Desde ayer por la mañana, las personas y las empresas, se enfrentan a una nueva y vertiginosa serie de trámites burocráticos, en gran parte aún por confirmar, que abarca desde viajes, residencia, trabajo y turismo hasta el suministro de bienes y servicios.

En un mensaje de año nuevo a veces sombrío, el primer ministro, Boris Johnson, –cuyo padre, que se opuso ferozmente al Brexit que negoció su hijo, ha pedido la nacionalidad francesa y se declaró «europeo»–, ignoró en gran medida el Brexit, un objetivo que posiblemente moldeó más que cualquier otro político, para centrarse en cambio en la pandemia y lo que llamó «la gravedad de 2020».

«Este es un momento asombroso para este país», dijo Johnson, citando las «posibilidades ilimitadas con el comercio y la innovación». Y con un tono heroico reclamó que «tenemos la libertad en nuestras manos y depende de nosotros aprovecharla al máximo».

Gibraltar, acuerdo in extremis

La realidad es que, al menos a corto plazo, el nuevo año supuso el fin de muchas libertades anteriores para personas y empresas británicas, incluso se restringió por dónde los conductores de mercancías pueden viajar dentro del Reino Unido.

Con el norte de Irlanda bajo las reglas del mercado único y la unión aduanera de la UE, los productos alimenticios de origen animal enviados allí desde el resto del Reino Unido también requerirán certificados sanitarios de exportación a partir de abril. Y el conflicto histórico irlandés toma otra dimensión.

Un tema que quedó sin atar en el acuerdo entre Johnson y la UE, se resolvió, parcialmente, a última hora. Londres y Madrid llegaron a un acuerdo que permitirá a los gibraltareños moverse libremente entre ese territorio británico y la UE, pero entrará en vigor a finales de año. La famosa verja desaparecerá. Según el acuerdo, Gibraltar será parte de la zona Schengen de la UE. En cambio, Frontex, la agencia fronteriza de la UE, realizará controles en el aeropuerto y los puertos de Gibraltar.

 

Una supuesta solución para crear nuevos problemas históricos

Reino Unido está ya fuera de la UE, pero siempre serán parte de Europa. Ya no está sujeto a las reglas europeas. Cierra la puerta y se va por su cuenta.

Es una pérdida devastadora para la UE cuyas repercusiones aún están por ver, años después del referéndum. El éxito o no del «experimento Brexit» influirá en el debate europeo, durante muchos años, también en las presidenciales francesas de 2022.

Alejada de la órbita de la UE 48 años después de adherirse al club, por culpa de un Brexit que desde este lado del canal se ve como peligrosamente populista y deshonesto, como un ejercicio de emoción y no de racionalidad, Reino Unido pierde reputación de pragmatismo y probidad, de ser fiel aliado, un faro de la democracia liberal occidental.

En 2016, los más fanáticos del Brexit adelantaron que la salida británica desencadenaría la ruptura de la UE. Sin embargo, a simple vista, dos de las consecuencias más llamativas han sido el contraste en la unidad de los 27 socios de UE frente a la creciente desunión de las naciones del Reino Unido. La desintegración de Gran Bretaña es ahora una perspectiva más probable que la de la UE.

Hubo británicos para los que ayer fue un día glorioso, recuperaron el control y la independencia. Para otros, fue simplemente un alivio, las «guerras del Brexit» duraban ya ocho años. No se respiró gloria en el ambiente. Fue un día triste y de tristeza.GARA