Aritz INTXUSTA

Visto bueno formal a la vacuna de la polémica

La Agencia Europea del Medicamento revisa hoy los resultados de la vacuna de AstraZeneca y, casi con toda probabilidad, le dará la autorización. Esta vacuna está causando el primer gran choque entre Alemania y Reino Unido tras la formalización del Brexit, después de que la compañía haya anunciado un corte del suministro acordado del 60% en el primer semestre.

Angela Merkel amenazó con solucionar esto a la alemana: quedándose con la producción de vacunas de las dos plantas con las que cuenta AstraZeneca en el continente (ubicadas en Alemania y Bélgica). Y además, quiere que parte de las dosis que se fabrican en Reino Unido también le sean entregadas.

Lo de bloquear la exportación de dosis no es una bravuconada. Alemania ya actuó de esta manera durante la primera ola, cuando lo que escaseaban eran los respiradores, las mascarillas, los EPI y los sueros. Alemania es el gran exportador de productos sanitarios de la UE, pero cuando les hicieron falta, se los quedaron para sí. Entonces no importó la ciudadanía europea. Algunos de los países que habían comprado esos materiales que jamás salieron del país eran Italia y el Estado español.

El Ministerio de Sanidad alemán, además, se ha adelantado a la EMA apuntando que la vacuna de AstraZeneca no es adecuada para mayores de 65 años. Este anuncio supone una bomba contra los intereses de la multinacional, pues lógicamente AstraZeneca quiere que se inyecte su producto a personas de todas las edades

Quien salió a defender que la vacuna sí que funciona en mayores de 65 fue el propio gobierno británico, que se vio atacado doblemente. Por un lado, el anuncio alemán tiene el potencial de restar millones de euros de beneficios a una compañía de las islas y, por otro, cuestionó la estrategia sanitaria llevada a cabo por Londres, que sí que está usando el preparado con personas que superan la edad indicada.

La afirmación del Ministerio de Sanidad alemán se fundamenta en que, a su juicio, el ensayo de la fase 3 no incluyó número suficiente de individuos mayores de 65 como para ser concluyente. No significa que la vacuna no sirva, solo que no está lo suficientemente acreditado su efecto.

La vacuna de AstraZeneca no ha alcanzado el nivel de eficacia de las otras dos vacunas aprobadas (Pfizer y Moderna) y se quedó en el 70%. Es plausible, como apunta Berlín, que el nivel de eficacia descienda en colectivos más inmunodeprimidos.