GARA Euskal Herriko egunkaria
Interview
AGON HAMZA
FILÓSOFO Y ASESOR DEL EX PRIMER MINISTRO ALBIN KURTI

«Kosovo puede abrirse a una situación política y económica nueva»

Agon Hamza ha sido asesor político de Albin Kurti, ex primer ministro de Kosovo, candidato de Vetëvendosje y favorito en las elecciones anticipadas de hoy, pese a que la Comisión Electoral Central le haya prohibido presentarse. Hamza es profesor de Filosofía en el Instituto de Ciencias Sociales de Skopje y autor de varios libros, entre ellos “Leyendo a Marx”, escrito junto con Frank Ruda y Slavoj Žižek.


¿Qué está en juego en las elecciones anticipadas al Parlamento que se celebran hoy en Kosovo?

Un Gobierno dirigido por Vetëvendosje es la condición previa y necesaria para un comienzo en Kosovo. Fundado en el año 2005 por un puñado de personas, el Vetëvendosje representaba un rechazo a la Administración de las Naciones Unidas y una respuesta a las negociaciones sobre el ‘estatuto político final’ del país.

Aunque las negociaciones con Serbia han continuado desde la independencia en 2008, ahora nos enfrentamos al riesgo de una partición étnica del país. Incluso actualmente, los habitantes de Kosovo se encuentran divididos en etnias (albaneses, serbios, romaníes...). El objetivo del movimiento, con miembros de todas las minorías, es eliminar estas divisiones mediante programas socioeconómicos (empleo, programas agrícolas conjuntos...) y un diálogo desde abajo, es decir, entablando primero un diálogo con los serbios locales.

Todavía es demasiado pronto para predecir si el próximo Gobierno de Vetëvendosje tendrá un éxito absoluto. Pero, la posibilidad de crear una nueva situación política y económica en Kosovo es bastante sólida. Lo que está en juego en estas elecciones es el hecho de que Kosovo está en una encrucijada determinante: o corremos el riesgo de comenzar la transformación de este país o continuamos por el camino de convertir a Kosovo en un lugar inhóspito donde no se puede vivir.

Vetëvendosje lidera las encuestas, a pesar de la prohibición al ex primer ministro Albin Kurti de participar en las elecciones. ¿Cómo puede explicar este respaldo?

Vetëvendosje es líder en las encuestas, con una ventaja significativo. Es el resultado de un trabajo político de más de quince años, acompañado de un programa político y de un Gobierno inclusivo y emancipador. Creo que estos dos elementos son inseparables y esenciales.

Otra cuestión muy importante radica en la estructura del sistema político de la República de Kosovo. Existe un desequilibrio constitutivo en los fundamentos mismos del sistema. El sistema existente está saturado. Apenas hay posibilidad de imaginar un movimiento político, económico o de otro tipo. La promesa de romper con las tendencias socioeconómicas y políticas existentes es esencial para explicar el apoyo popular de Vetevendosje. La mayoría de su electorado lo forman jóvenes, mujeres y ancianos, lo que dice mucho de las relaciones de clase, del estatus económico y otros antagonismos latentes en la sociedad.

Pero Vetëvendosje no se ha ganado este apoyo debido a su postura como oposición, sino a su programa sociopolítico, un programa de izquierda ‘realista’, es decir, inversiones en el sector público, educación, lucha contra la corrupción, freno y revisión de las privatizaciones realizadas hasta ahora, lo que se llamó ‘trabajo y justicia’. El apoyo popular que, según todas las encuestas, está muy por encima del 50% es un buen comienzo.

En cuanto a la prohibición a Kurti de participar en las elecciones, debe entenderse como una de las últimas formas de resistencia del antiguo régimen contra el movimiento popular, personificado por su figura. Kosovo es un Estado cautivo, la vieja guardia ha estado gobernando el país desde 1999 y el de los oligarcas es un problema real y difícil de tratar.

¿Qué cambiará en las relaciones con Serbia?

Una prioridad para el nuevo Gobierno es el diálogo desde ‘abajo’ con los serbios y otras minorías nacionales sobre cuestiones sociales y económicas. El diálogo con Serbia es posterior. Hay una pregunta muy simple, pero fundamental, que debe hacerse sobre la naturaleza del diálogo con Serbia: ¿qué hay que negociar con Serbia cuando Kosovo declaró su independencia el 17 de febrero de 2008 y desde entonces existe como un Estado real, reconocido por más de 100 Estados miembros de Naciones Unidas? Creo que la razón por la que Kosovo debería entablar un diálogo con Serbia debería limitarse a temas como las reparaciones de guerra, la situación de las personas desaparecidas, la indemnización por violaciones sexuales durante la guerra, las pensiones durante el apartheid de los años 90...

El problema entre Kosovo y Serbia no es la falta de negociaciones. En las últimas dos décadas, Serbia y Kosovo han dedicado mucho tiempo al diálogo formal. Romper con esta lógica de negociaciones perpetuas, que de hecho hace imposible cualquier posibilidad de avanzar, sería un verdadero logro político para el país, así como para la propia Serbia. Es interesante constatar cómo durante el primer mandato de Kurti se impuso una agenda geopolítica como medio para impedir la realización de la agenda socioeconómica.

¿Cómo explica que, en tiempos en que conservadores o extrema derecha copan la esfera política, el referente en Kosovo sea un mensaje de izquierdas?

El problema del auge de las fuerzas de extrema derecha es la propia izquierda. La izquierda está atrapada en una situación imposible, la de definir qué significa realmente ser de izquierdas hoy. Ha intentado muchas veces resolver los problemas del capitalismo. Una alternativa de izquierda debería formular ella misma los problemas a resolver. La política no es ‘práctica’, ante todo la política es pensamiento y la transformación del pensamiento produce inevitablemente efectos en la política.