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buenos aires

Despiden en Argentina al expresidente que impuso el sello neoliberal

Tras un velatorio en el Congreso con todos los honores, ayer fue despedido en Argentina el expresidente Carlos Menem, quien marcó a su país en los 90 con políticas neoliberales y con el indulto de los máximos responsables de la última dictadura que habían sido condenados.

El expresidente de Argentina Carlos Menem (1989-1999), que marcó una época en los 90 por su personal estilo de ejercer el poder y su gestión neoliberal de la economía, así como por los escándalos de corrupción que le salpicaron, murió el domingo a los 90 años y fue despedido ayer en su país. Cientos de sus seguidores hicieron fila a las afueras del Congreso, bajo una lluvia intermitente, para participar en el velatorio,al que acudieron también el presidente, Alberto Fernández, y la vicepresidenta, Cristina Fernández, así como otras figuras de la política.

Inició su mandato en medio de la hiperinflación y el estallido social que habían llevado a Raúl Alfonsín a adelantar varios meses los comicios y el traspaso del mando, pero también con frustrados levantamientos militares. Polémicos fueron los indultos que firmó en favor de los militares condenados como responsables de crímenes cometidos durante la dictadura así como a miembros de las guerrillas de izquierda, lo que le enfrentó a organismos de derechos humanos.

Durante su gestión, mientras se convertía en un «showman», privatizó la mayoría de las empresas públicas y dispuso una paridad de un peso igual a un dólar, un esquema que generó súbita abundancia, pero que explotó en 2001, provocando la peor crisis económica, política y social en la historia del país.

«Cuando él asumió, yo tenía una fábrica (de zapatos). Dejó entrar absolutamente cualquier cosa de afuera y mi fábrica se fundió, y a partir de ese momento no pude recuperar nada», recordó con amargura Mario Kellman.

Su Gobierno también impulsó una reforma constitucional en 1994 que incluyó acortar el mandato del presidente de seis a cuatro años y admitir una reelección inmediata.

Pero sus años en el poder también estuvieron salpicados por denuncias de corrupción. Además de una causa por presunto enriquecimiento ilícito que lleva abierta tres lustros, fue juzgado por contrabando de armas a Croacia y Ecuador y por encubrimiento del atentado contra la mutual judía AMIA en 1994, que causó 85 muertos, aunque finalmente fue absuelto. También fue sentenciado a cuatro años de prisión por el presunto pago de sobresueldos durante su Gobierno, pero nunca fue detenido por su fuero como senador.

Con grandes divisiones en el peronismo, Menem se presentó por última vez a las elecciones de 2003, y aunque ganó la primera vuelta, renunció a competir en la segunda, lo que dio la victoria automática a Néstor Kirchner, el gran favorito.

Menem era peronista, pero muchos de quienes se adscriben a un movimiento con distintas corrientes en su seno, entre ellos Kirchner y Cristina Fernández, cuestionaron duramente su gestión, al acusarlo de impulsar una economía de corte neoliberal que no consideraban propia del peronismo.