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Draghi apela a una «nueva reconstrucción» de Italia

El primer ministro italiano, Mario Draghi, llamó a «una nueva reconstrucción» del país, similar a la de los gobiernos de posguerra, al presentar a los parlamentarios las prioridades de un Ejecutivo que tendrá que afrontar un difícil equilibrio entre apoyos muy dispares, desde la izquierda a la ultraderecha, a los que quiso dejar claro un mensaje pro-UE y favorable al euro. Draghi subrayó la prioridad del combate de la pandemia y la recuperación económica.


El nuevo primer ministro italiano, Mario Draghi, llamó a «reconstruir» el país al presentar las prioridades de su Gobierno, prometiendo «combatir la pandemia por todos los medios».

«Como los gobiernos de la posguerra, tenemos la responsabilidad de acometer una nueva reconstrucción», afirmó ante el Parlamento, interrumpido hasta 25 veces en 51 minutos por aplausos de los parlamentarios.

«El principal deber al que todos estamos llamados, yo mismo como primer ministro, es luchar contra la pandemia por cualquier medio y salvaguardar la vida de nuestros conciudadanos», subrayó como prioridad.

Italia se acerca a la cifra de 100.00 muertos por covid-19 y en 2020 registró una de las peores caídas del PIB de la zona euro (-8,9%).

Menos de 1,3 millones de una población total de 60 millones ha recibido las dosis necesarias para la inmunización».

«Después de haber obtenido cantidades suficientes de vacunas, nuestro primer desafío es distribuirlas deforma rápida y eficaz», señaló.

El expresidente del BCE también pidió una «Unión Europea más integrada que conducirá a un presupuesto público común, capaz de sostener a los Estados miembros durante los períodos de recesión». «Apoyar a este Gobierno significa compartir la irreversibilidad de la elección del euro», remarcó como advertencia a euroescépticos.

El mensaje pro-UE de Draghi choca con propuestas previas de algunos de sus apoyos, como la ultraderechista Lega, de Matteo Salvini, quien en 2020 insistía en que la UE es una desilusión y que un referéndum sobre el euro sería «comprensible», o del Movimiento 5 Estrellas (M5S), que en 2017 propuso una consulta sobre la moneda única, si bien en los últimos tiempos ha dejado aparcado este debate y sufre grandes divisiones internas. «Sin Italia, no hay Europa, pero fuera de Europa hay menos Italia», insistió Draghi, quien también afirmó su voluntad de «reforzar las relaciones estratégicas» con el Estado francés y Alemania.

La tercera economía de la zona euro, que perdió 444.000 empleos en 2020, cuenta con el plan de estímulo europeo, ligado a la presentación antes de abril de un plan detallado de reformas y objetivos, una de las misiones del nuevo Ejecutivo, para emplear los 209.000 millones de euros que llegarán del Fondo europeo de Recuperación para invertirlos en digitalización, transición ecológica, infraestructuras, formación e investigación, igualdad y sanidad.

Draghi afirmó que Italia necesita una reforma fiscal que imponga cargas tributarias progresivas y luche contra la evasión fiscal y otra para los mecanismos de protección social. «Tendremos a nuestra disposición unos 210.000 millones de euros para un período de seis años. Estos recursos se deberán gastar en mejorar el potencial de crecimiento de nuestro economía», señaló.

«Hoy la unidad no es una opción, la unidad es un deber», remachó Draghi, aunque los inicios de su mandato han estado marcados por una virulenta polémica contra el ministro de Salud, Roberto Speranza, que anunció el domingo por la noche la prohibición de reabrir las pistas de esquí el lunes por la mañana. Estas primeras disputas empiezan a poner a prueba el frágil equilibrio político de un Ejecutivo con socios de opiniones muy diversas y a menudo variables.