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Siria, enquistada en el colapso tras diez años de devastación

A los diez años del comienzo del conflicto sirio, el Gobierno de Bashar al-Assad sigue en el poder, pero no controla partes del país, escenario de la lucha entre potencias mundiales y regionales, y con la población golpeada por el colapso económico.


Siria cumplió ayer diez años desde el inicio de un conflicto que ha devastado el país y ha causado una de las mayores tragedias humanitarias de este siglo. Una década después de que estallara con la represión de las manifestaciones iniciadas en Deraa, siguiendo al descontento de las «primaveras árabes», el Gobierno sirio sigue sin controlar parte del país, varias potencias mundiales y regionales intervienen en el territorio y la población continúa bajo una profunda crisis económica y humanitaria.

Las protestas desembocaron meses después en la guerra con el surgimiento de cientos de grupos armados con apoyo de Turquía, monarquías del Golfo, EEUU y países occidentales. Intereses diversos, pero con el objetivo común de tumbar al presidente, Bashar al-Assad.

Diez años después, Al-Assad ha logrado mantener el poder gracias al apoyo clave de Moscú –que intervino en 2015– y de Teherán, que respalda a diversas milicias y da apoyo económico, pero la provincia de Idleb, en el norte del país, sigue en manos de yihadistas amparados por Turquía. Ankara también ha ocupado parte del territorio en sus operaciones contra el autogobierno kurdo-sirio, que administra a su vez el noreste del país. Además de la ocupación turca, tropas de EEUU se encuentran en suelo sirio, en bases al sur y en el territorio administrado por las kurdo sirias Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).

E Israel lleva a cabo decenas de bombardeos contra objetivos del Ejército sirio y del Hizbulah, con el argumento de contrarrestar la influencia iraní.

Tampoco ha terminado la presencia del Estado Islámico pese a la desaparición del califato, que ocupó buena parte del país y abrió otro frente de guerra.

Células yihadistas atacan aún posiciones del régimen sirio y de las FDS.

De forma paralela a su internacionalización, el grave impacto del conflicto sobre la población siria no ha dejado de agravarse.

Hambruna

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha alertado de que «los sirios hacen frente a las peores condiciones humanitarias desde el inicio de la crisis, con millones de personas cayendo en la hambruna durante el último año», una situación que pone a la población en una situación de mayor fragilidad incluso que durante las peores etapas del conflicto.

El desplome de la libra siria desde el año pasado y su impacto en los productos básicos, así como la crisis económica en Líbano, las sanciones internacionales y el impacto de la pandemia han provocado que desde principios de 2020 la población haya visto cómo caen sus ya escasos recursos.

El propio PMA indica que cerca de 4,5 millones de personas han caído en el ultimo año en el hambre y la inseguridad alimentaria, que afecta ya a 12,4 millones–cerca del 60% de la población–, el doble que en 2018.

Damasco acusa a la UE y EEUU

La población hace frente desde marzo de 2020 a recortes en el combustible y los alimentos, lo que ha provocado que dependan de productos subsidiados, racionados ante el aumento de los precios y la presión causada por las sanciones, incrementadas bajo la Presidencia de Donald Trump en EEUU.

Damasco acusa a Washington de «comportarse como un bandido» por la aplicación de la 'Ley César' en 2020, que contempla sanciones para quienes e hayan prestado apoyo a Al-Assad, además de extender el anterior régimen de sanciones y golpear los esfuerzos de reconstrucción.

Igualmente, el Ejecutivo sirio reprochó ayer a la UE sus políticas hostiles e instó a Bruselas a «sacar conclusiones de sus políticas fallidas y llevar a cabo otra aproximación en base al respeto de la soberanía y los intereses sirios». «Algunos países, encabezados por EEUU, Reino Unido y Francia, empezaron hace diez años una guerra hostil contra Siria para socavar sus opciones nacionales y teniendo como objetivo derribar a su Gobierno legítimo a través de medios terroristas», denunció el enviado sirio en la ONU, Bassam Sabbagh.

Estos diez años de conflicto han dejado alrededor de 400.000 muertos y 2,1 millones de heridos, según el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos. Asimismo, alrededor de 5,6 millones de personas han huido del país y 6,7 millones son desplazadas internas. En total, algo más de la mitad de la población antes de la guerra han dejado sus hogares..