MAR. 18 2021 EDITORIALA Ahorrar con la pandemia: incompetencia y ruindad EDITORIALA El año de la pandemia han sido el de las urgencias y los imprevistos; sin embargo, el Gobierno de Iñigo Urkullu ha conseguido cerrar el año con un remanente de Tesorería mayor que a finales de 2019, es decir, ha conseguido ahorrar. A 31 de diciembre tenía acumulados 1.163 millones de euros, casi el doble que en 2019. Dejar sin gastar semejante suma en una situación de emergencia resulta bastante inquietante. La pandemia alteró completamente la vida cotidiana de la gente y, por lo que se deduce de la ejecución presupuestaria, también la capacidad de actuación del Gobierno de Lakua. Da la impresión de que, una vez fuera de su zona de confort, el Ejecutivo fue incapaz de modificar prioridades, organizar nuevas actuaciones y reconducir gastos para hacer frente al covid-19 y a sus consecuencias. Gran cantidad de recursos se dejaron en un limbo. Un hecho que deja muy tocada la capacidad de gestión del equipo actual. Aunque también cabe otra lectura que es casi más terrible que la anterior. Lo que ha fallado no ha sido la capacidad de gestión, sino que ese ahorro es el resultado de una estrategia deliberada para evitar el fortalecimiento de lo público. Los servicios públicos llevan años de estrecheces a causa de un intento de acabar con el estado de bienestar por inanición. El año pasado el virus dejó en evidencia los déficit estructurales que arrastra, pero lejos de intentar fortalecer lo público, desde el Gobierno de Lakua se optó por no invertir y seguir debilitándolo. Y ayer todos los sindicatos reclamaron una gran OPE porque el personal interino en el sector público vasco alcanza ya el 40%. También es posible que haya un poco de las dos cosas: incapacidad para afrontar imprevistos y estrategia del PNV para debilitar lo público, aunque no dejen de reivindicar –ayer Markel Olano tras aprobar sus presupuestos– aquello de que son los «más sociales de la historia». La historia enseña que el carácter social de unas cuentas se dirime cuando se liquidan, no cuando se aprueban.