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Rabat fuerza a romper la huelga de hambre a un preso saharaui


Miembros de la familia del preso saharaui Mohammed Lamine Haddi denunciaron que el activista encarcelado fue obligado el lunes a ingerir alimento y romper así su huelga de hambre, que comenzó el 13 de enero.

Condenado a 25 años de prisión en el macrojuicio de Gdeim Izik, Haddi lleva 69 días en huelga de hambre, mientras que las autoridades marroquíes niegan que esté llevando a cabo esta protesta.

Lamine Haddi, que se encuentra en la prisión de la ciudad de Tiflet (50 kilómetros al este de Rabat), había iniciado su acto de protesta para denunciar el maltrato en la prisión y reclamar su traslado a un centro más cercano a su familia, que se encuentra en El Aaiún.

«Dice que le han puesto tres inyecciones y una sonda nasal (...) La presión les ha obligado a darle el teléfono y le han dicho: ‘Informa a tu familia de que has terminado la huelga’. La huelga no la ha parado por voluntad propia», explicó su madre, que pidió el acceso de médicos independientes para comprobar su estado de salud y una posible paraplejia.

La administración penitenciaria aseguró que Haddi nunca ha iniciado una huelga de hambre y calificó de «mentira» las denuncias de la familia.

Mohammed Lamine Haddi, de 42 años, fue condenado junto a otras 23 personas en un macrojuicio por las protestas de 2010 en Gdeim Izik para reclamar mejoras sociales y a las que las autoridades marroquíes pusieron fin con una violenta irrupción para desmantelar un campamento improvisado.

El pasado 2 de marzo, el Parlamento de Gasteiz demandó actuar para salvar la vida de Haddi y la liberación de los presos de Gdeim Izik.