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EDITORIALA

Cuarta ola y la misma incompetencia dramática


Los testimonios que este fin de semana ha recabado GARA sobre la insuficiencia en la atención hospitalaria en esta ola de covid resultan terribles. Los datos de ingresos y de ocupación de UCI no lo son menos, aunque ya a estas alturas todo suene a rutina burocrática. Ambos constatan que hoy están ocurriendo en domicilios particulares las mismas situaciones de abandono que en la primera ola se producían en residencias. El sistema sanitario se muestra desbordado –hoy es Gipuzkoa pero ayer fue Araba y mañana quizás sean Bizkaia o Nafarroa–, sin que en catorce meses y cuatro olas se hayan puesto los recursos que la emergencia humanitaria exigía.

Tiene razón Iñigo Urkullu cuando dice que la pandemia aterrizó sin libro de instrucciones. Todo el mundo lo sabe y lo asume. Lo inocultable e inaceptable es que entre la primera y la segunda ola no se estableciera un sistema eficaz de protección para las personas residentes; que entre la segunda y la tercera no se aprendiera que las desescaladas precipitadas traen muertes; que entre la tercera y la cuarta aún no se hayan establecido refuerzos en la sanidad pública que evitaran un nuevo colapso. Da pena y miedo tener que asumir este lunes que no habrá más remedio que atrasar intervenciones quirúrgicas para atender a esta nueva ola arrasadora. Y debería dar vergüenza a quienes tienen la responsabilidad de gobernar.

La crudeza de los datos (los de hospitalizaciones y los de no-hospitalizaciones por falta de capacidad, los censados de personas infectadas que no llegarán a sobrevivir y los incalculables de víctimas de «reprogramaciones» quirúrgicas) solo queda maquillada por el efecto paliativo de la vacunación, especialmente a los más mayores. Pero la desidia gubernamental ha hecho de la solución otro problema. No se trataba de encomendarse a las farmacéuticas para evitar reforzar el sistema sanitario; eran las dos cosas. Y al final, cuatro meses después del primer pinchazo y catorce después del primer infectado, no es ni una ni otra.