Daniel GALVALIZI
MADRID
Interview
IGNACIO MURO
CATEDRÁTICO Y PRESIDENTE DE PLATAFORMA POR LA DEMOCRACIA ECONÓMICA

«El modelo del PP para Madrid es rentista y extractivo»

El académico y presidente de la Plataforma por la Democracia Económica advierte de las «consecuencias negativas para el resto de España» del esquema ganador el 4M. Llama a una «urgente armonización fiscal» y detalla la estrategia del PP madrileño.

No sobra el optimismo cuando se conversa con Ignacio Muro, economista especializado en modelos productivos que suele hacer una radiografía pormenorizada y crítica de lo que viene desarrollándose hace tres décadas en Madrid. Un esquema de poder sustentado en el PP que ya considera un peligro para el resto del Estado por su carácter «rentístico y extractivo».

El presidente de la Plataforma por la Democracia Económica y miembro también de la asociación Economistas Frente a la Crisis, asegura que el del PP madrileño (lo disocia de otras derechas del Estado) «es un modelo inteligente de captación del voto popular a base de los intereses inmediatos», con un esquema urbanístico y productivo que lleva al individualismo y a la sociedad dispersa, «por lo que si la izquierda no ofrece una alternativa, la gente por sí sola no la tiene».

Ante el triunfo arrasador de Isabel Díaz Ayuso, que sumado a lo obtenido por Vox es la acumulación de votos más grande de la historia de la derecha en Madrid, presagia más «contraterritorial» en el Estado y sugiere al Gobierno de coalición PSOE-UP que profundice las reformas y se apoye en la periferia.

Usted advierte de las consecuencias del triunfo del modelo metropolitano extractivo del PP de Madrid. ¿Por qué y a qué se refiere con extractivo?

Es extractivo porque no está basado en una capacidad productiva, es una lógica que también favorece a otras capitales como París o Londres, que el capital financiero y de grandes corporaciones elige y favorece la instalación en los centros de poder político. No es sólo de España. Y es una lógica de un modelo que no exporta, el déficit comercial de España es buena parte Madrid, que no tiene capacidad productiva como tiene el País Vasco, Catalunya, Andalucía... Madrid solo consume rentas y últimamente con la llegada del capitalismo de servicios de alto valor llegan las tecnológicas, todas las empresas de operaciones y financieras. Lo consigue siendo capital y con una política fiscal que es extractiva en la medida que se aprovecha su condi- ción para bajar impuestos y perjudicar a las demás comunidades, que no tienen capacidad de atracción que tiene Madrid al ser capital.

Pero la burguesía local, por llamarla de alguna forma, ¿no aspira a nada más?

Están cómodos siendo rentistas, le da un plus de PIB de alrededor de 15%-20% ser capital. Tiene 120.000 funcionarios del Estado que residen aquí. Algunos como Zapatero o Sánchez han caminado a una política federalizante, que es distribuir organismos, pero no se atreven a hacerlo. No tiene sentido que Madrid, que no es industrial, tenga el Ministerio de Industria, que tiene 2.000 trabajadores. Industria, por ejemplo, debería estar en el País Vasco, y Pesca en Galicia. En Alemania los ministerios están donde se crea valor.

Usted habla del PP pero este modelo ¿no lo defiende toda la derecha españolista y los poderes fácticos? Parecería ser que es un apoyo más amplio.

Sí, es la derecha de Madrid, que es singular dentro del PP. Hay una contradicción entre los modelos de crecimiento del país. El de la época de Aznar estaba obsesionado con el sorpaso de Madrid a Catalunya, y él creía que la estabilidad del Estado dependía de que Catalunya no fuera el motor económico. Ganar la Comunidad Valenciana para él fue decisivo, porque hacía allí un modelo que se demostró especulativo y ramplón en lo productivo, pero que en el fondo era competir con Barcelona en el Mediterráneo. El aznarista es un modelo que no es igual a otras derechas. Por ejemplo, los gallegos se ven perjudicados, y Andalucía me temo que ahora también. Los grandes perjudicados junto a las dos Castillas. El del PP que hay ahora es un modelo que recupera esa lógica de Madrid por encima de todo, el ‘Madrid es España y España es Madrid’. Es una estrategia.

Pero siendo la capital y con todo el recorrido que ha habido, ¿cómo podría cambiarse?

Madrid tendría que tener estatuto de capital federal, pero no puede competir con los impuestos bajos y quitárselos a los demás. La armonización fiscal debería ser una consecuencia inmediata. Sucede que, además, es aspiradora de recursos humanos, porque ya no hablamos de captar campesinos como pasó en los años 80, que se iban del campo a la ciudad. Ahora no, ahora se vienen a Madrid los más preparados, y ese cambio es absolutamente cualitativo. La capacidad de atracción de servicios de alto valor, diseño, marketing, telecomunicaciones, etc. se concentra aquí. Los grandes centros de producción I+D están todos en el eje de la Castellana [la avenida principal de la zona de negocios]. Es un tema de economía de escala y nueva economía de servicios. Ciudades como Valladolid, Valencia o Sevilla, que antes eran referencia en calidad de vida, ahora pierden a la gente más calificada, eso es una competencia que si la incentivas, y encima con impuestos bajos, es rentista. Rentista en el sentido que es una renta no productiva, no es que genere beneficios para todos sino que quita a unos para darle a otros, y no se hace aumentando el valor de todos sino que se hace a costa de otros. Por eso es extractivo.

Usted menciona también la importancia de la estrategia urbanística en este modelo de desarrollo de la derecha.

Sí. Ayuso, en concreto, recupera una tradición que ha habido desde Aguirre, centralista y un modelo expansivo de territorio, de grandes autopistas, mientras que la izquierda ha defendido un modelo de barrios, compacto, de crecimiento en que la gente tenga en cercanía los servicios. Y aquí se crearon grandes circunvalaciones, con ensanches y urbanizaciones al norte y al sur para captar a la clase media. El PP diseñó muy bien la estrategia; las grandes corporaciones hacían las autopistas y urbanizaciones a base de inter- cambio y, con corrupción mediante, un crecimiento rápido y extenso que hace que las clases medias se sientan singularizadas en un contexto diferente, destacadas individualmente en colegios privados o concertados.

Y el círculo cierra perfecto, porque los madrileños, atravesados por este modelo, acaban votando a sus creadores.

Sí. Hay una cultura de burguesía media que ha permeabilizado en zonas obreras. Ahora Getafe, por ejemplo, tiene un montón de barrios nuevos como los que hay en barrios de Madrid, casas con piscina con zona común y cositas que lo singulariza y genera una cultura muy estadounidense. Esto hace que la derecha tenga mas fácil también la victoria electoral. Ha calado más el individualismo y la izquierda no ha tenido un proyecto claro hace veinte años. El PP, como ‘neocons’, lo tiene más claro tal vez que ningún partido de Europa: un modelo liberal de impuestos bajos, centralización del poder y atlantismo. Madrid ha sido más de imitar el modo americano. Por ejemplo, el PP hizo aquí una estructura de Metro muy extensa para llegar a los barrios lejanos y poder hacer los planes urbanísticos. La red es excelente, pero fue para eso.

¿Por qué afirma que este modelo es incapaz de mejorar la renta per capita de sus habitantes?

Madrid atrae gente mas calificada, los mejores sueldos están aquí, la renta total crece cada vez más, pero no sube la renta media porque ese modelo también atrae a mucho inmigrante y servicios de bajo valor, que son los que sirven a los colectivos más favorecidos. Se concentra cada vez más la riqueza. En el País Vasco, por ejemplo, no crece mucho el PIB, pero su renta media sí crece, es mas igualitario porque es modelo de industria. En Madrid los ricos son cada vez más ricos y los pobres están igual o peor. Sumado al impulso a la hostelería y el turismo, servicios de bajo valor. Esto es algo típicamente neoliberal, es un modelo que funciona pero crea cada vez más desigualdad.

Usted advirtió del rumbo de España si ganaba el modelo de Ayuso. ¿Y ahora qué?

Lo que hemos hablado es el sustrato de un comportamiento humano, que quiere decir una despolitización de las clases populares en este modelo. No es un modelo industrial en el que la gente se aproxima, sino que se dispersa. Si la izquierda no ofrece la alternativa, la gente no la encuentra. La derecha parece que se prestigia con estos momentos, la gente acaba votando a ‘salvadores’, vota conservador. En Leganés Vox ha tenido más votos que Podemos. Eso significa que los más desesperados no eligen izquierda. Unos pensaban en tomar cañas y otros pensaban en servirlas. ‘Quiero servir cañas porque es mi forma de vida’, fue la respuesta. Ayuso ha captado a un público dinámico y obrero, es un modelo inteligente de captación del voto popular a base de los intereses inmediatos.

¿Qué podemos esperar de aquí en adelante?

Es un modelo contradictorio de cara al futuro... han conseguido cargarse a Ciudadanos y la izquierda no tiene mas remedio que acelerar en las reformas y conseguir el máximo de apoyo, que tendrá que ser en la periferia. El PSOE no tiene espacio para derechizarse, porque ha fracasado la ‘operación Murcia’, no puede prescindir de Podemos, así que... van a tener que profundizar las reformas. Y con el triunfo en Madrid estarán más en línea las contradicciones territoriales. Quien más ha estudiado lo extractivo de Madrid y sus beneficios son los institutos de la Generalitat valenciana.