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Carrera de obstáculos y contra el reloj para echar a Netanyahu

La coalición de gobierno que intenta formar Yair Lapid con la ultraderecha israelí para acabar con 12 años de Benjamin Netanyahu al frente del Ejecutivo ha convertido una carrera contra el reloj para cerrar el pacto antes de la medianoche del miércoles en una carrera de obstáculos: cohesionar la heteróclita coalición y conseguir el apoyo que le falta de las listas árabes, de mal encaje con los ultrasionistas, sin olvidar posibles maniobras de última hora de Netanyahu.


A dos días de la fecha límite para formar Gobierno, el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, admitió que todavía había muchos obstáculos para pactar una coalición que retire al primer ministro Benjamin Netanyahu y evite unas nuevas elecciones.

Los equipos de laico Lapid –del partido Yesh Atid– y del ultrasionista Naftali Bennett (Yamina) continúan negociando los términos de una alianza para establecer un «gobierno de cambio» después de 15 años en el poder –los 12 últimos de forma consecutiva– de Netanyahu, un récord en Israel.

Lapid, que tiene hasta mañana a medianoche para anunciar si lo ha logrado, se mostró cauteloso: «Hasta la formación del gobierno todavía quedan muchos obstáculos, es quizás nuestra primera prueba (...) que veremos en los próximos días si podemos encontrar compromisos inteligentes para nuestro importante objetivo. En una semana, el Estado de Israel puede encontrarse en una nueva era».

Después la ofensiva militar contra Gaza, que parecían reforzar a Netanyahu, Bennett cambio el escenario al anunciar su apoyo al «gobierno de unidad».

A un primer obstáculo de cohesionar a grupos que van desde la izquierda al ultrasionismo, más allá del objetivo de echar a Netanyahu, se añade la dificultad de conseguir cuatro diputados más para llegar a 61, la cifra necesaria en el Parlamento.

Si ya la heterogénea coalición se presenta frágil, añadir las listas árabes –que todavía no han adoptado una posición clara.–, aunque sea con un apoyo externo, complica más el reto. «La izquierda hace compromisos nada fáciles, cuando me concede (...) el papel de primer ministro», señaló Bennett, dando por hecho el acuerdo de que asumirá el cargo de jefe de Gobierno durante los primeros dos años, para entregarlo después a Lapid. Y todo sin contar con posibles maniobras de última hora de Netanyahu, decidido a aferrarse al poder. «Nada está hecho hasta que se materialice, incluso si ellos (Lapid y Bennett) están en una mejor posición, Bibi (apodo de Netanyahu) siempre va una vuelta por delante, todavía no se ha ido», advierte Jonathan Rynhold, profesor de ciencias políticas en la Universidad Bar Ilan. Tras conocer el acuerdo, Netanyahu advirtió de un «peligro para la seguridad del Estado de Israel» y sus seguidores se concentraron frente a la sede de Yamina al grito de «izquierdistas» y «traidores».

Egipto, reforzado como mediador, pide unidad a los palestinos

El presidente de Egipto, Abdelfatah Al Sisi, ha reclamado a las facciones palestinas que pongan fin a sus divisiones, en un mensaje trasladado por el jefe de los servicios de Inteligencia egipcios, Abbas Kamel, a la Franja de Gaza. Egipto, habitual mediador entre Hamas e Israel tras las ofensivas israelíes, ha reforzado este papel tras la última de ellas, con más de 253 muertos, a pesar de que Hamas forma parte de la misma corriente islamista de los Hermanos Musulmanes, brutalmente perseguidos por Al Sisi. El Cairo consolida también ese rol con la ayuda a la reconstrucción tras los últimos bombardeos. Kamel visitó zonas del enclave destinadas a programas de reconstrucción, y más de 50 camiones con unas 500 toneladas de alimentos y herramientas para reparar la red eléctrica llegaron durante la jornada a Gaza, con lo que asciende a cerca de 4.000 toneladas la ayuda enviada por las autoridades egipcias. Por su parte, el líder de Hamas en la Franja, Jalil al Haya, trasmitió a Kamel que están dispuestos a negociar un intercambio de prisioneros, pero no lo condicionará a la reconstrucción de Gaza como pide Israel. «Es un tema independiente» declaró Al Haya tras su encuentro. Kamel se reunió el domingo con Benjamín Netanyahu, quien exigió el retorno de dos civiles y de los cuerpos de dos soldados retenidos en Gaza.GARA