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Victoria de Pashinian contra las encuestas y las críticas por la guerra

El triunfo del partido del primer ministro armenio, Nikol Panishian, cuando estaba cercado por las protestas de la oposición y las críticas por la derrota en la guerra fortalece su posición aunque no elimina los ataques de sus rivales, que impugnarán el resultado.


El primer ministro armenio, Nikol Pashinian, triunfó en las elecciones legislativas anticipada vengándose de quienes lo culparon por la derrota militar contra Azerbaiyán. Su apuesta parece haber funcionado: consolida su poder en unos comicios convocados bajo la presión de sus detractores, incluidos generales del Ejército, tras la derrota militar en Nagorno Karabaj en noviembre de 2020.

Su partido, Contrato Civil, obtuvo el 53,9% de los votos, lo que le permitirá formar un nuevo Gobierno sin tener que recurrir a alianzas y renovar a Pashinian en su cargo.

Sin embargo, esta victoria no va a acabar con los ataques de sus oponentes que, tras la vehemente campaña electoral que ha polarizado la sociedad armenia, podrían retomar las protestas. Su principal rival, la Alianza Armenia liderada por el expresidente Robert Kocharian, que logró el 21%, ya denunció «fraude». Se negó a reconocer los resultados de las elecciones y se prepara para impugnarlos en los tribunales. Sin embargo, la misión de observación de la OSCE calificó las elecciones de «competitivas y bien organizadas», elogiando una campaña democrática y el escrutinio de los votos «muy transparente».

Las elecciones tuvieron lugar a la sombra de la guerra en Nagorno-Karabaj, que en semanas de combates dejó más de 6.500 muertos en ambos bandos. Armenia tuvo que ceder, a la luz de un acuerdo de cese de hostilidades negociado por Moscú, territorios que había controlado desde la primera guerra con Bakú en la década de 1990.

La derrota dañó la reputación de Pashinian, que disfrutaba del aura de luchador contra las viejas élites consideradas corruptas. Denunciado por sus detractores como un traidor por haber firmado el alto el fuego, se enfrentó a manifestaciones a gran escala y a un resentimiento que todavía no ha desaparecido.

Pero la victoria de Pashinian desmintió a las encuestas que pronosticaban para su partido solo el 25% de la intención de voto, frente al 29% del bloque de Kocharian.

Robert Kocharian ha sido acusado en el pasado de fraude electoral y está siendo investigado por cargos de corrupción. Para muchos armenios, encarna el odiado sistema que derrocaron en 2018, por lo que muchos votaron por el partido de Pashinian con más antipatía hacia Kocharian que ganas de castigar al primer ministro.