Lo están gestando

Dos semanas llevan en Perú revisando en el VAR si las impugnaciones de Keiko Fujimori, las que ha hecho o pueda seguir haciendo en el futuro, podrían alterar la escasa, pero ventaja al fin, del maestro Pedro Castillo, batalla «legal» que sirve para mover otros resortes y amenazas, precisamente, cuando la todavía candidata puede ser detenida por lavado de activos y condenada a treinta años de cárcel.

En las sombras se mueven ofertas, se barajan alianzas, se descuelgan uniformes, se negocian propuestas, se suman iglesias y empresarios, se llama a la Embajada… «Castillo es un peligro». Y les viene al pairo las consecuencias de su barbarie. El presidente elegido no es un buen presidente para los que ni siquiera respetan sus normas. Está de más. «Por el bien del Perú» (hasta les regalo la coartada) los hay dispuestos a la canallada.

Hace muchos años, pensando en otra patria americana escribí este poema que hoy reescribo en Perú: «Se estimaba que en las presentes circunstancias era impensable cualquier maniobra desestabilizadora más allá del ruido de algunos exaltados... se sabía que la Embajada ya había desautorizado cualquier acción fuera del marco legal... se sabía de la integridad de los jueces... se confiaba en la gestión de la Iglesia... Lástima que nadie reparara en el hijo de puto que aparecía sentado a la derecha.

(Preso politikoak aske)