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MADRID

Sánchez asegura que no habrá referéndum: «Jamás»

Una semana después de conceder los indultos a los líderes del procés y al día siguiente de reunirse con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, cerró el paso a las aspiraciones independentistas de celebrar un referéndum de autodeterminación en Catalunya: «El PSOE nunca jamás lo aceptará». Aragonès advirtió de que no renunciará a la consulta y citará a los partidos soberanistas para que le apoyen.

«No habrá referéndum de autodeterminación salvo que quienes lo defienden consigan convencer a las tres quintas partes de esta Cámara para que se modifique el artículo 2 de la Constitución y los españoles ratifiquen ese cambio mediante referéndum. Ya les digo que el PSOE nunca jamás lo aceptará», zanjó ayer de forma solemne el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ante el Pleno del Congreso, en una intervención para explicar el porqué de los indultos a los líderes independentistas catalanes.

Y lo hizo apenas unas horas después de que el president de la Generalitat, Pere Aragonès, le reclamara en Moncloa esa consulta, la amnistía y el regreso de exiliados.

Los partidos independentistas no dieron demasiada credibilidad al compromiso de Sánchez de que su partido «nunca jamás» apoyará una reforma constitucional que dé luz verde a un referéndum de autodeterminación en el futuro.

«Denos tiempo», señaló el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien recordó que Sánchez ya prometió que tampoco aprobaría los indultos.

La portavoz de Junts, Miriam Nogueras, avisó a Sánchez de que el diálogo solo será posible si se «formaliza el divorcio» entre el Estado español y Catalunya y se respeta el resultado de las urnas, mientras que el PdCat compartió que «es difícil hablar de concordia» cuando Sánchez rechaza el referéndum de autodeterminación, según su portavoz, Ferrán Bel. «La libertad es decidir tu futuro y Catalunya no es libre porque es española. Traten mejor a los catalanes, y eso también es respetar su decisión», aconsejó.

Por su parte, la diputada de la CUP Mireia Vehí advirtió a Sánchez de que en Catalunya habrá una nueva consulta dentro de dos años, por lo que le emplazó a pensar si la permitirá o volverá a optar por la represión. «Referéndum o referéndum, no le queda otra si quiere hablar de principio de realidad. Y esto también va para Pere Aragonès», aseguró Vehí tras recordar el pacto con ERC y Junts sobre la nueva consulta.

El propio Aragonès ya advirtió de que Catalunya «va a persistir en su voluntad de conseguir la independencia» y ofreció a Sánchez «otras vías» para que el referéndum no tenga que tener el visto bueno de una amplia mayoría del Congreso como, por ejemplo, transferir la competencia a la Generalitat.

Aseguró que el Govern no renunciará a un referéndum de independencia, aunque el PSOE se niegue a aceptarlo, y anunció que próximamente citará a los partidos soberanistas para que le apoyen y fijar una postura de país alrededor de la demanda de una consulta de autodeterminación y la amnistía para los encausados por el procés.

Pese a sus diferencias con Sánchez, Aragonès se mostró convencido de que la mesa de diálogo con el Gobierno, que ayer se acordó que se reúna justo después de la Diada, puede servir para acercar posiciones.

Sánchez reconoció que no hay garantías de que los indultos a los líderes independentistas presos ayuden a resolver el conflicto catalán, pero para él «es evidente» que la vía judicial no lo soluciona por sí sola y por eso defendió el paso dado por su Ejecutivo y dijo que «va a actuar en todos los frentes» para intentar superar este problema.

Y en ese camino volvió a tender la mano al PP al señalar que le gustaría que fueran «una oposición europea y de Estado. Señor (Pablo) Casado, sigue teniendo la mano tendida para reformar los órganos constitucionales».