GARA Euskal Herriko egunkaria

El mar se cobra la vida de 2.087 migrantes tratando de llegar a las costas españolas


Caminando Fronteras dio a conocer ayer los datos sobre personas muertas y desaparecidas en la frontera Occidental Euroafricana durante el primer semestre del 2021. En estos seis meses ha tenido constancia, a través de llamadas directas de embarcaciones en peligro o de familiares buscando a sus seres queridos, de 2.087 víctimas en 80 naufragios. De ellas, solo se han recuperado 87 cuerpos –11 mujeres y otros tantos menores–, por lo que 2.000 personas permanecen desaparecidas.

«Se entierran a las personas sin saber quiénes son. Muchos cuerpos no se sabe dónde están. Migrar es un derecho y ser pobre no debería ser razón para perder tu vida en una frontera», denunció Teodoro Bondyale, secretario de la Federación de Asociaciones Africanas en Canarias, tesorero de la Red Canaria de Acogida y miembro de la Red de Apoyo de los Derechos de las personas migrantes. Bondyale compareció junto a Helena Maleno, fundadora de Caminando Fronteras, y el sacerdote José Antonio Benítez, miembro del secretariado diocesano de Migraciones de Canarias.

Durante este periodo, un total de 42 embarcaciones desaparecieron con todas las personas que iban a bordo. La ruta canaria sigue siendo la más mortífera con un total de 1.922 víctimas. Según este informe, de 57 naufragios contabilizados en la ruta canaria, 18 son de embarcaciones procedentes de Mauritania. Solo en enero desaparecieron cinco embarcaciones completas, dejando 259 personas desaparecidas. En el mar de Alborán ha registrado 93 víctimas y en la ruta del Estrecho ha documentado 36 víctimas.

Caminando Fronteras mostró nuevamente su preocupación por la ruta argelina, «de donde apenas se recibe información».