Advertencias

El panorama que se vislumbra en los medios de comunicación bajo el acoso salvaje de la extrema derecha bifronte es de una gravedad sin parangón. IDA, esa señora de extrema derecha que pasa dos horas despachando con el cuñado de Urdangarin, ha dado un golpe de mano en Tele Madrid con el objetivo de descabezar el equipo que le ha vuelto a dar credibilidad y poner al frente a algún paniaguado de lo más reaccionario y así convertirla en TeleAyuso, como antes fue TeleEspe, y dejarla en mínimos de audiencia, pero habiendo colocado a todos los desheredados de la inteligencia periodística. Es un escándalo más de esta lideresa de la banda de Aznar, que tiene al hombre insignificante haciendo el ridículo varias veces por día intentando encontrar su lugar en este mapa de obscenidades políticas.

En TVE han suspendido un programa que dirigía Jesús Cintora y que había alcanzado en pocos meses unas audiencias encomiables y, sobre todo, le había arrebatado la hegemonía al amigo de Villarejo y timador de todas las izquierdas, el tal Ferreras. ¿Habrá influido este turbio ser para quitarse un enemigo objetivo de en medio? Todo puede ser. Ana Rosa, la señora de las mentiras, la desfachatez y las mañana de los ultras más reaccionarios ha despedido a Javier Ruiz, un periodista de largo recorrido en Mediaset de su programa simplemente por llamar de manera argumentada crimen homófobo el asesinato de Samuel en A Coruña.

Lo más llamativo es cómo los genuinos ultras, los de Vox, tienen el cuajo de señalar públicamente, dando su dirección, al editor de “El Jueves”. Sus trabajadores y su editor están marcados por los violentos. Nadie mueve una ceja. Los violentos se sienten amparados por las decisiones judiciales, el auténtico tumor. Hay que asimilar estas advertencias tan terribles con serenidad activa.