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Un muerto en Cuba en incidentes que Díaz-Canel atribuye a un «golpe suave»

El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, alertó del intento de llevar a cabo un «golpe suave» en Cuba provocando acciones violentas a las que atribuyó hechos como la muerte de un hombre el pasado lunes, y negó la acusación de que se repriman manifestaciones pacíficas.


Una persona murió en los incidentes de los últimos días en Cuba, en el municipio de Arroyo Naranjo, al sur de La Habana. Según las autoridades cubanas, el pasado lunes, grupos que calificaron como «antisociales y delincuenciales» intentaron atacar la estación de Policía y, al ser interceptados por fuerzas de seguridad, «vandalizaron viviendas, incendiaron contenedores y agredieron con armas blancas y objetos contundentes a los agentes y civiles en el lugar».

«En el enfrentamiento, varios ciudadanos fueron detenidos, y otros resultaron lesionados», señalaron, y entre ellos falleció un hombre de 36 años de edad.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, también insistió ayer en el carácter violento de las convocatorias de las protestas en redes sociales. «Son totalmente agresivas, llamando al asesinato, llamando al linchamiento, amenazando, llamando a la destrucción de instalaciones, llamando al atentado contra viviendas de personas, y en particular de personas identificadas como revolucionarias», afirmó el mandatario.

«Ese discurso de que el Gobierno está reprimiendo manifestaciones pacíficas o esa petición que hacen de que Cuba o el Gobierno respete la opinión de sus ciudadanos es una total mentira y es una total calumnia», indicó Díaz-Canel.

Añadió que actúan «llamados por el odio» inculcado en una estrategia a través de las redes sociales, y advirtió de que Cuba denunciará «que los que se plegaron en este momento a esas campañas lo hicieron apoyando el terrorismo».

El presidente cubano señaló que a través de las redes «han construido la realidad de una Cuba desordenada, ingobernable, que está de estallido en estallido» y que, para ello, han recurrido a falsedades como usar las manifestaciones de apoyo a la revolución como si fueran actos en contra o utilizar fotos de manifestaciones en Egipto como si fuera en el Malecón de La Habana. A su juicio, esta campaña intenta «que no haya tranquilidad ciudadana» para provocar las violentas protestas vistas en otros países y que son «parte del famoso manual por el cual se conducen los golpes suaves y sus diferentes fases».

El presidente, que apeló a la «unidad y al respeto» de los cubanos, atribuyó al bloqueo la escasez de recursos que ha avivado el malestar y advirtió de que «el enemigo de la revolución» busca complicar la situación en Cuba utilizando la pandemia para que «no tengamos capacidad para enfrentarla con éxito» y creando intranquilidad social.

En la misma línea que el mandatario, la víspera, el ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez, negó un «estallido social» y afirmó que ha visto escenas peores de represión y violencia policial en Europa.

Rodríguez vinculó estos «disturbios a escala muy limitada» con el vandalismo y una campaña de comunicación organizada desde EEUU.

La ALBA apoya al Gobierno cubano y repudia la desestabilización

Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP, que integran Cuba, Venezuela Bolivia, Nicaragua, Dominica, San Vicente y Granadinas, Antigua y Barbuda y Santa Lucía) expresaron su total respaldo al Gobierno de Cuba y repudiaron cualquier intento de desestabilización de la isla por parte de terceros. Los socios de la ALBA manifestaron su oposición a las «continuas campañas de descrédito» y los intentos de «provocar un estallido social para justificar una intervención externa», de la cual culpan al Ejecutivo estadounidense. Estas acciones, según alertaron, se han recrudecido en el marco de la pandemia. La Alianza exigió además el levantamiento inmediato de las medidas coercitivas aplicadas por EEUU y denunció los actos violentos «promovidos y ejecutados por elementos delincuenciales». México, Argentina y Bolivia también responsabilizan al bloqueo de EEUU de la situación de Cuba.

Por contra, los Gobiernos de Chile, Perú (en funciones), Uruguay, Colombia, y Brasil apoyaron las protestas. El Ejecutivo de Iván Duque pidió a Cuba respetar el derecho a la manifestación aunque en Colombia la represión ha dejado decenas de muertos, violaciones, ataques a periodistas y sanitarios y cientos de desaparecidos. También el Gobierno chileno, con al menos 22 muertos y 2.200 heridos en las protestas en su contra, defendió el derecho de manifestación y dijo que «no hay justificación para las medidas represivas» en Cuba. GARA