EDITORIALA
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Los males endémicos en el mercado de trabajo

El Ministerio de Trabajo y Economía Social español ofreció ayer los datos del paro del mes de julio, a la baja en el conjunto del Estado. En el caso de las provincias vascas, son casi 5.000 las personas que ya no se encuentran desempleadas respecto al mes anterior. Las bajadas por cada territorio oscilan entre el 1,71% de Araba y el 4,39% de Nafarroa. La diferencia, lógicamente, es aún mayor respecto a los datos de hace un año: el paro ha descendido el 13,42% en Nafarroa; el 15,14, en Bizkaia; el 17,49, en Araba, y el 19,97, en Gipuzkoa.

Las bajadas del desempleo resultan, per se, una buena noticia, que en esta ocasión será magnificada por la difícil situación que se ha vivido en los últimos meses a consecuencia de la pandemia que lo ha condicionado y empeorado todo. La perspectiva de una mayor destrucción de empleo sería aterradora en estas circunstancias.

Sin embargo, conviene pararse un poco en analizar la cuestión con un mínimo de rigor, para no dejarse llevar por meras impresiones, y para que nadie intente aprovechase torticeramente de las mismas. Dos observaciones muestran que la valoración no puede limitarse a calificar de positivas las cifras. Por una parte, como ya han señalado los sindicatos, el empleo continúa profundizando en ese mal endémico de la precariedad, en forma de temporalidad y parcialidad de los contratos. Por otra parte, es manifiesta la brecha que existe entre hombres y mujeres también en esta sangrante cuestión. El paro masculino es ya inferior a febrero de 2020, antes de que estallara la pandemia, pero no así el femenino.

Evidentemente, estamos hablando de cuestiones estructurales, que necesitan en primera instancia de medidas audaces, como las que apuntaba el acuerdo para la derogación de la reforma laboral, y cambios aún más profundos a más largo plazo, imbricados en un proyecto de país y sociedad libre y avanzado para la ciudadanía vasca. La idea de que hay que volver a la situación precedente a la pandemia resulta decepcionante pobre.