GARA
KONYA

Detenido el sospechoso de la muerte de siete miembros de una familia kurda

El principal sospechoso de la muerte de siete miembros de una familia kurda el pasado fin de semana en la provincia turca de Konya fue detenido tras seis días a la fuga por su presunta responsabilidad en unas muertes que han conmocionado a la sociedad kurda. El sospechoso, identificado como Mehmet Altun, fue capturado con un arma y 18 balas. Desde el incidente, la Policía ha detenido a 14 personas y diez de ellas fueron puestas a disposición judicial. Según el relato oficial, tras una discusión Altun abrió fuego contra los miembros de la familia Dedeoglu, entre ellos mujeres y niños, ejecutó a los que languidecían heridos por los disparos y después dio fuego a la casa.

El sospechoso dijo que entró con una máscara en la cara y haciéndose pasar por un funcionario municipal «para reconciliarse» tras un acto de «hostilidad» entre dos familias, que databa de once años atrás.

Pero la agresión tiene un trasfondo racista. Las víctimas ya habían sido objetivo de un ataque por parte de sus vecinos en mayo, en el marco de un incremento de las agresiones contra miembros de la comunidad kurda en Turquía, alentada por las autoridades, con la persecución de sus representantes políticos y las operaciones del Ejército.

Tres personas fueron arrestadas en Van por participar en una manifestación contra la ejecución de la familia de kurda. La Policía atacó la movilización con gas lacrimógeno y cañones de agua, y al día siguiente llevó a cabo las detenciones, entre ellas las de dos dirigentes del partido prokurdo HDP.