«Debemos estar preparados para que en el futuro haya nuevos récords en Europa, en torno a los 50 °C», señaló el jefe del departamento de Servicios Climáticos Aplicados de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Bob Stefanski.

El miércoles, la ciudad siciliana de Siracusa alcanzó los 48,8 °C, según midió el servicio meteorológico regional, cifra que, de confirmarse, superaría el máximo continental de 48 °C registrado en Atenas en 1977.

La OMM, que en ocasiones tarda meses en confirmar este tipo de récords, también ha recibido notificaciones de máximos en otros países del Mediterráneo (como los más de 47 grados registrados en Túnez recientemente) que está verificando.

El experto subrayó que la ola de calor es uno de los factores que han agravado los incendios forestales en zonas de la región y dificulta su extinción.

Así, Cabilia seguía luchando ayer contra los incendios mientras guardaba luto por las víctimas, cuyo último balance oficial arrojaba un total de 41 civiles y 28 militares fallecidos.

Mientras, empezaba a llegar a la zona la ayuda internacional, como los dos aviones alquilados a la Unión Europea. El Estado francés anunció que enviará dos aparatos contraincendios y un avión de mando, y Marruecos afirmó estar listo para facilitar dos aeronaves.

Llamas cerca de Roma

Uno de los países más afectados por los incendios es Italia, donde ayer proseguía la lucha a contrarreloj en amplias zonas del centro y sur del país, especialmente a las regiones de Calabria, con cuatro muertos, y la isla de Sicilia, el último en Tivoli (centro), a las puertas de Roma.

Las labores se estaban realizando en el momento álgido de la ola de calor subsahariano que afecta al sur de la península, apodada como «Lucifer», y que empezó a desplazarse hacia el norte del país.

Los bomberos se afanaban en apagar un «vasto» incendio que estaba afectando a la reserva natural de monte Catillo en Tivoli, cerca de la capital, y evacuaron a alrededor de 50 personas.

Por otro lado, en Calabria, la punta de la «bota» italiana, el fuego ha quemado ya 11.000 hectáreas del macizo del Aspromonte, donde varias zonas patrimonio de la Unesco estaban amenazadas por el fuego.

La Madonia, la cadena montañosa que recorre el noroeste de Sicilia, era la parte más afectada de la isla, y cientos de vecinos fueron evacuados tras la muerte de cinco personas.

Aunque Calabria y Sicilia se llevaban la peor parte, las llamas llegaron a otras zonas del país, como la isla de Cerdeña, con 44 incendios activos, o en Otranto, en la Apulia, el «tacón», donde se logró controlar el fuego.

El primer ministro, Mario Draghi, prometió un programa de ayudas para las personas y las empresas más damnificadas, además de un plan de reforestación y de puesta en seguridad.

De incendios a riadas, sin tregua en Turquía

Tras verse arrasada desde comienzos de mes por los incendios forestales, Turquía sufre desde el miércoles una serie de riadas e inundaciones en la región costera del mar Negro que han causado una treintena de muertos, casi la totalidad en la provincia de Kastamonu, la más afectada, según datos de la Dirección de Gestión de Emergencias y Desastres. Además, este organismo señaló que más de 1.700 personas fueron evacuadas de las zonas afectadas, algunas tras ser rescatadas con la ayuda de helicópteros y embarcaciones de tejados y otros puntos elevados.

Las riadas causaron importantes daños materiales, incluido el derrumbe de edificios y puentes en Kastamonu, y dejaron sin servicio eléctrico a unas 330 aldeas.

Mientras, los incendios empiezan a ceder en su intensidad. El Gobierno informó de que todos los fuegos desatados hace unas dos semanas en el sur del país estaban bajo control y ordenó la suspensión de la caza en las zonas afectadas de las provincias de Antalya y Mugla durante dos años.GARA