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Un fuerte terremoto revive la devastación en un Haití aún arruinado

Un terremoto de magnitud 7,2 sacudió ayer Haití, provocando al menos 227 muertos según los primeros balances, así como el colapso de edificios en el suroeste de la isla, y revivió terribles recuerdos del gran terremoto de 2010, tras el que el país aún no ha logrado completar su reconstrucción, en medio de una grave crisis política. Se teme que el número de víctimas pueda ser aún mayor por las personas atrapadas entre escombros.


A las 8.29(14.29 en Euskal Herria) la tierra volvió a temblar en Haití, que aún no se ha recuperado de la devastación del seísmo que en 2010 dejó más de 200.000 personas muertas y más de 300.000 heridas, haciendo revivir entre la población el miedo al desastre.

Con una magnitud de 7,2, el epicentro se situó a doce kilómetros de la ciudad de Saint-Louis-du-Sud, ubicada a unos 160 kilómetros de la capital de Haití, Puerto Príncipe, según datos del Instituto Americano. de Geofísica (USGS).

Le siguió una réplica de magnitud 5,2 a 17 kilómetros de la localidad de Chantal, también con el hipocentro a 10 kilómetros de profundidad.

El terremoto se sintió en todo el país, así como en la vecina República Dominicana y en Cuba.

Una inicial alerta de tsunami de la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos aumentó el miedo, aunque luego fue desactivada.

En un primer balance se identificaron al menos 227 muertos, la mayor parte en el departamento Sur y en hoteles e iglesias, mientras los hospitales seguían recibiendo heridos. Pero las autoridades advirtieron de que aún permanecían muchas personas bajo los escombros.

Un hotel de varios pisos, Le Manguier, colapsó totalmente en Cayes, la tercera ciudad más grande de Haití, atrapando a los ocupantes bajo losas de hormigón. Entre los escombros se sacó el cuerpo sin vida del exsenador Gabriel Fortuné, dueño del hotel. Con más de 200.000 habitantes, la ciudad de Jérémie, en el extremo suroeste de la península, sufrió importantes daños en el centro, formado principalmente por antiguas casas de una sola planta.

«El techo de la catedral se ha caído. La calle principal está bloqueada (...) Es allí donde está toda la actividad económica de la ciudad», indicaba un residente, Tamas Jean Pierre.

«La gente está angustiada, los padres están con sus hijos en brazos y se van de la ciudad porque hay rumores de un tsunami», añadió.

Jérémie, apodada «la ciudad de los poetas», está relativamente aislada del país porque la carretera nacional que atraviesa la isla aún no está terminada.

«Estaba dentro de mi casa cuando empezó a temblar, estaba cerca de una ventana y vi caer todas las cosas», relató Christella Saint Hilaire, de 21 años, que vive en la localidad de L'Asile, cerca del epicentro del terremoto. «Me cayó un trozo de pared en la espalda pero no estoy muy herida. Varias casas se han derrumbado por completo», añadió.

En videos compartidos en redes sociales, los residentes filmaron las ruinas de varios edificios, incluida una iglesia en la que aparentemente se estaba llevando a cabo una ceremonia en la ciudad de Les Anglais.

El país más pobre de América aún recuerda el terremoto del 12 de enero de 2010, que devastó la capital y varias localidades provinciales.

Más de un millón y medio de haitianos quedaron sin hogar, colocando al país ante el colosal desafío de la reconstrucción en un país sin catastro ni reglas de construcción.

Sin haber llegado a superar este reto de reconstrucción, Haití se ha hundido en diez años en una aguda crisis sociopolítica que culminó con la muerte a tiros de su presidente, Jovenel Moise, a manos de un comando de 26 mercenarios que irrumpieron en su residencia.