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Cientos de personas deportadas llegan a Guatemala a diario

Desde hace días, el paso fronterizo de El Ceibo, con escasa presencia del Estado guatemalteco, es usado por México para expulsar a miles de migrantes que antes llegaron a su territorio, vía aérea, deportados desde EEUU. Se calcula que a diario llegan unos 600 a este paso.


Haydi y su hijo de dos años lograron entrar en EEUU por Texas, a pie, junto con otros migrantes centroamericanos. Pensó que le darían refugio, pero la enviaron de regreso en un avión a México y luego en autobús hasta Guatemala, por un paso fronterizo sin control. Llegó a la Casa del Migrante en El Ceibo, un pueblo en la frontera a unos 550 km de Ciudad de Guatemala.

Desde hace días, México utiliza ese paso fronterizo con escasa presencia del Estado guatemalteco para expulsar a migrantes que fueron deportados a su territorio desde EEUU. Aunque no hay cálculos oficiales, las organizaciones humanitarias que trabajan allí estiman la llegada diaria de hasta 600 personas.

Las instalaciones de la Casa del Migrante no dan abasto. Solo se les permite una noche de descanso, luego deben dejar su sitio a los que vienen detrás.

«Están retornando, hondureños, nicaragüenses, salvadoreños. Y hay toda una estrategia perversa de disimular grupos de población, porque notamos que primero ingresan los guatemaltecos y en los últimos buses venían los hondureños y nicaragüenses», señaló a AFP el director ejecutivo de la ONG Refugio de la Niñez, Leonel Dubón. «Pareciera que está haciéndose de mala fe por parte del Gobierno mexicano», agregó.

Al caer la tarde, los buses con migrantes irrumpen por la solitaria carretera que conecta México con Guatemala. El Ceibo es el punto de frontera más alejado de la capital. No hay infraestructura para controles migratorios ni para adoptar medidas de bioseguridad por la pandemia.

Sorprendido, el Ejecutivo de Alejandro Giammattei asegura que no fue informado de esa operación y que ha solicitado «información oficial a México y a EEUU sobre estos «movimientos migratorios irregulares».

El Gobierno recordó que los pasos autorizados para las deportaciones son el Salón de Retornados en el aeropuerto de la capital o la frontera de Tecún Umán a unos 300 km al suroeste de la capital, donde hay infraestructura para recibir personas.

Tras las severas políticas antimigratorias de Donald Trump, los migrantes centroamericanos depositaron sus esperanzas en Joe Biden, que ya les advirtió de que «no vengan».